Supongo que ahora tiene sentido...
Cuando me preguntaban por qué conocía tanto de la sociedad humana a pesar de ser un "Espíritu", nunca podía encontrar una buena respuesta
Simplemente lo sabía, como si todas esas desagradables experiencias se hubieran apegado a mi corazón de una forma asquerosa.
Bueno, de todas formas... estoy agradecida. Con <Haniel> puedo no ser la asquerosa "yo", con <Haniel> puedo cambiar, con <Haniel> puedo ser la mujer más hermosa del planeta... no un maldito cerdo...
No puedo recordar el rostro de mi padre, aunque bueno, nunca lo llegué a conocer...
¿En cuanto a mi "madre"? No quiero recordar esa mierda, ya qué... cualquier cosa que necesitara decirle, significaba que me golpearía.
Incluso si trato de recordar a esa bastarda, no puedo hacerlo, todo lo que puedo recordar de ella es que tenía el cabello negro, su rostro... es borroso, y para ser sincera, estoy mejor sin recordarla.
Pero puedo recordar su voz...
Principalmente, una voz enojada, una voz que siempre me regañaba.
La mujer apellidada Kyouno, estaba siempre irritada y molesta por mi existencia. Al principio, no podía comprenderla, no sabía cuál era el motivo de su ira inconmensurable.
Por eso... traté de ser una buena niña.
Hacía las tareas de la casa, aprendí a hacer todo tipo de trabajos, fui una niña obediente.
Pero eso solo la molestaba aún más, así que traté de ser aún más útil...
Aún así era evidente que solo era un insecto para ella, un simple palo bajo la lluvia que esperaba a que la tormenta se calmara, y aunque había ocasiones en las que aquel palo salía volando por la fuerte tormenta... era mucho mejor que el tener que enfrentarla.
Fue así como comenzó mi autodesprecio... ella siempre me solía llamar "fea", y en ese entonces, no sabía mucho sobre la belleza, así que simplemente tomé esas palabras como ciertas.
Si era un poco más bonita... ¿Ella me amaría? ¿Mi madre... podría brindarme un poco de su amor? En ese tiempo, deseaba haber podido nacer como una chica bonita, por supuesto, nunca lo dije en voz alta... y simplemente... seguí aguantando la "tormenta".
No tenía nada que fuera mío, tampoco se me dio la oportunidad de tenerlo. Crecí en una casa ordinaria, como cualquier otra.
¿En cuanto a mi alimentación? Era una tontería el pensar en que sería alimentada, o que podría preparar algo para mí, así que mi única fuente de nutrientes eran los almuerzos escolares.
Uno pensaría que al menos el personal educativo de la escuela a la que asistía haría algo por mi situación... ¿Pero quién se supone que se preocuparía por mí? Solo fingieron que lo hacían, y nunca nada se solucionó...
En sí, tampoco esperaba que pudieran hacer algo... el problema eran las largas vacaciones de verano e invierno. ¿Cómo mierda se supone que podría comer algo? Digo, mi casa estaba llena de sopas instantáneas y comida enlatada, pero era impensable el siquiera tocarlas, estaba convencida que mi madre me mataría si tan solo las tocaba...
Así que... tuve que llegar a una solución por mi cuenta. La respuesta a la que llegué fueron los condimentos, si tomaba algo de los condimentos que había por la casa, podía sobrevivir, agradecí mucho que mi madre fuera tan descuidada como para que no le diera importancia a la cantidad reducida de los condimentos de la casa.
Lo puedo recordar claramente... tomaba un poco de azúcar y en ocasiones salsa de soya y las diluía en un vaso con agua de la llave. Era un día de suerte cuando podía encontrar mantequilla o margarina en el refrigerador, el sabor de las grasas y el aceite bajando por mi lengua era uno de los muy pocos gustos que me daban una genuina felicidad...
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Natsu Dragneel en Date A Live
Fanfic"Espíritus" Chicas con poderes especiales que causan destrucción con sus apariciones, lo quieran o no, son tachadas como monstruos y perseguidas para su eliminación inmediata. Enviado desde un mundo donde la magia es usada día tras día por toda la p...