Natsu Dragneel en Date A Live

Capítulo 181: El mundo de Tohka

Si a Takamiya Mio se le dijera que describiera los eventos que tuvieron una pronunciada impresión durante su vida, entonces la mayoría de ellos eran...

Buenos o malos... no había ninguna diferencia en que estuvieran llenos de historias sobre Takamiya Shinji.

El día en que conoció a Shinji.

El día en que Shinji la llevó al océano.

El día en que Shinji murió ante sus ojos.

Al igual que las raíces de un gran árbol, o posiblemente un eje centrar afilado, estaba profundamente tallado en los recuerdos de Mio, convirtiéndose en la fuerza impulsora que la empujaba hacia el camino de la ruina y la salvación.

Todo era por el bien de Shinji. Todo para recuperar ese tiempo más brillante con Shinji. Con esos pensamientos en mente, Mio luchó durante un largo periodo de treinta años sola.

Pero había excepciones en todas las cosas.

Junto con sus recuerdos de Shinji coloreados por la alegría y la tristeza, hubo varios eventos que permanecieron fuertes dentro de su corazón.

Por ejemplo, su amistad con Zeref e Igneel.

Por ejemplo, la crianza de Natsu.

Por ejemplo, su encuentro con Kurumi.

Por ejemplo, sus recuerdos como Reine.

Y también...

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Ocurrió en la época en que Mio había producido unos pocos Cristales Sephira.

Cristal Espiritual Sephira. La gema diabólica que transformaba a los humanos en Espíritus. 

Mio, por el bien de su objetivo, dividió su poder para crearlos, convirtiendo a los humanos en Espíritus uno por uno. 

Sin embargo, el Sephira originalmente no era compatible con los atributos humanos. Un ser humano a quien se le dio un Sephira recién hecho no podría controlar ese poder y correría desenfrenadamente. Para crear un Espíritu perfecto, era necesario usar varios cuerpos humanos para purificar el Sephira. 

Pero un día, Mio lo había pensado. Si ella pudiera saltarse esa etapa, ahorraría tiempo, y sobre todo, no habría sacrificios innecesarios... entonces, comenzó a experimentar. 

Primero, creó una existencia que se encargaría de mantener el equilibrio en el reiryoku de las Sephiras ya refinadas. Desde ese proceso, otros dos Espíritus nacieron posteriormente para cumplir distintos propósitos. Una chica dulce que velaría por la seguridad de sus creaciones, y una chica llena de odio nacida de su propio dolor y soledad.

Una vez que completó el concepto, ese día, Mio produjo un Cristal Sephira de una manera ligeramente diferente.

Mio: Fórmate...

Mientras decía tranquilamente eso, ella agudizó su mente.

Ella dividió y condensó una parte del reiryoku que desbordaba de su propio cuerpo. En ese momento, ella se concentró y separó el llamado "veneno" que podría dañar a los humanos, en un lugar dentro del Sephira.

Como si le diera vida al producto que acababa de crear, ella sopló inmediatamente, el Sephira comenzó a temblar y a brillar levemente.

Este proceso ritual era el paso final para determinar los atributos del Cristal Sephira. Ella consolidó este poder en una sola masa a través de la imagen de otorgar una parte de sus emociones. Al hacerlo, el Sephira cambiaría a varios colores diferentes.