Capítulo 9: ¡La soledad que se incinera!

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Natsu y Shido se habían reunido para escuchar las órdenes de Kotori. Yoshino había huido de la casa y Tohka se encerró de nuevo en su habitación, así que habían vuelto al inicio del problema. 

Natsu: Bien, ¿Cuál es plan ahora? 

Kotori: (Te lo iba a decir antes de que la situación se descontrolara, escucha, tenemos buenas noticias. Por la investigación que hicimos de las imágenes, hemos encontrado el paradero de la marioneta, Yoshinon)

Shido: Que eficiente...

Natsu: ¡Eso es genial! ¡¿En donde está?! 

Kotori: (Eso es...)

Cuando Kotori dijo el paradero del muñeco, las expresiones de los chicos pasaron a unas nerviosas y tensas. 

-Con Tohka- 

Princess gruñía mientras comía de forma violenta varias bolsas de golosinas y frituras, dando pequeños gritos de frustración. 

Tohka: ¡¿Qué rayos fue eso?! ¡Eso no se supone que tenía que pasar! 

Natsu había invitado a la misma chica con la que tuvo problemas, a la casa donde vivía. Realmente, no había nada de malo en ello y no había nada que tuviera que hacer enojar a Tohka. 

Natsu era un buen amigo de ella, y ese buen amigo, trajo a una nueva amiga. 

No era un error que el método correcto de interacción de Tohka era reconciliarse con Natsu y disculparse por lo que sucedió hace unos días, y después de eso decirle a aquella niña, "Bienvenida, y lamento mucho lo que pasó" al mismo tiempo que tomaba sus pequeñas manos. 

Pero simplemente, Princess no podía hacer eso.

En el momento en que vio a Natsu y a aquella niña, la llamada "sensación mala" hizo retorcer su corazón y estomago, y Tohka ya no podía pensar con claridad y mucho menos estar en la misma zona que esa chica. 

Tohka dio un fuerte grito de enojo, comenzando a golpear y a atacar las bolsas con comida que había traído, sus ojos se llenaron de frustración y se volvieron cristalinos, sus manos temblaban sin reparo alguno.

Tohka: Natsu... Quiero disculparme, no quiero estar molesta contigo...

Los sentimientos de Princess no eran una mentira, pero debido a la "sensación mala", no podía hacerlo. 

Llena de impotencia, Tohka se recarga en la pared, dejándose caer lentamente, terminando por sentarse en el piso, abrazando sus rodillas mientras lloraba en silencio. 

-Un par de días después, con Natsu-

Salamander vestía con su uniforme escolar, en su mano izquierda, sostenía una bola llena con diferentes tipos de pasteles, y en su mano derecha, sostenía un mapa dibujado en una nota. 

Natsu: Agggh... no quiero hacer esto... "Ella" puede ser muy rara en ocasiones, llegar a su "territorio" sería como servirme en una bandeja de plata.

Kotori: (En primer lugar, me sorprende que te moleste la persona en cuestión en vez de verte como un verdadero ladrón por lo que harás. En segunda, no hay otra opción, el único individuo que puede ser invitado a la casa de Tobiichi Origami, eres tú, Flamitas) 

Cuando Natsu se quejó, la voz de Kotori resonó por el auricular que tenía en su oído derecho. 

Y efectivamente, Natsu estaba afuera del hogar de Tobiichi Origami, el cual era un apartamento. Todo debido a que según las imágenes que la tripulación de Fraxinus recopiló cuidadosamente, descubrieron que tras el escape de Natsu, fue Origami quien encontró a aquella marioneta de conejo blanco, llevándosela con ella. Por lo tanto, Natsu fue casi obligado a preguntarle a Origami "¿Está bien si voy a visitarte a tu casa?", y la respuesta de Origami fue un "Si" instantáneo. 

Natsu Dragneel en Date A LiveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora