Parte quince

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Para incredulidad de todos, Senku y el idiota del tercer mejor promedio se estaban agarrando a golpes en plena cafetería del lugar donde se celebraban las olimpiadas, y frente al presentador de las mismas.

Kohaku por un momento no pudo reaccionar, solo se quedó estática viendo a Senku romper de un puñetazo los lentes del idiota tercerito, que por un momento se tambaleó y luego intentó darle un rodillazo, pero fue un intento bastante débil y patético porque Senku lo frenó con el brazo y luego de un puñetazo en el estómago lo hizo caer al piso.

Todos estaban tan boquiabiertos que no pudieron ni siquiera reaccionar.

¡¿Qué hacían esos dos debiluchos peleando como cualquier pandillero en un callejón?!

De golpe, el tercerito idiota de Tamagoshi tiró sus lentes rotos al piso y se levantó, tomando el cuello de Senku y echando el brazo bruscamente hacia atrás, queriendo asestarle un golpe poderoso, pero Senku, viendo sus intenciones, en vez de hacer algo como esquivarlo y salir de esa situación absurda, hizo la cabeza bruscamente hacia adelante, dándole un fuerte cabezazo que hizo que los dos terminaran en el suelo sujetándose las caras.

Y fue justo en ese momento que Maiko entró a la cafetería, jadeando horrorizada ante lo que encontró.

—¡¿Qué está pasando aquí?! ¡¿Estás bien, Senku-kun?! —Se puso en medio de ambos estudiantes y se arrodilló frente a Senku.

Kohaku quiso acercarse a Senku también, pero la fan de Gen colocó una mano en su brazo.

—Deberías ir a ver a mi amiga doctora, ya le mandé un mensaje y dice que te atenderá.

—Oh... —Casi había olvidado el dolor en su mano de toda la sorpresa de ver a Senku pelear con aquel idiota, pero en ese momento el dolor volvió y rápidamente asintió—. S-sí, vamos.

Se fue siguiendo a la fan de Gen, intentando ser discreta para que Maiko no la viera, pero llegó a intercambiar miradas con Senku, que tenía un hilo de sangre corriendo por su frente y la miró con preocupación al verla irse, a lo que ella le hizo una seña de que todo estaba bien y que le mandaría un mensaje y él asintió muy brevemente, para luego volver a concentrase en Maiko que no dejaba de lloverle con preguntas.

Kohaku siguió a la fan de Gen, que la llevó al segundo edificio del complejo de hoteles, a una habitación donde una mujer con rulos y rostro amargado la recibió.

Apenas entrar al departamento, vio varios gatos dando vueltas, uno incluso empezó a darle cabezazos a su pierna tiernamente, pero la doctora la jaló para sentarla en el sofá y empezar a atender su mano herida.

—Que fea quemadura tenemos aquí, pero no es tan grave, deberías recuperarte pronto, por suerte siempre estoy preparada para estos casos, que bueno que Elise te trajo rápido. —Le sonrió a la fan de Gen, Elise, que asintió.

—Parece que ella y su novio son amigos de Gen —dijo Elise, con el rostro rojo de solo decir el nombre de ese murciélago.

—Senku realmente no es mi novio... —murmuró Kohaku sin muchos ánimos.

—Pues obviamente él se estaba peleando por ti —señaló Elise.

—N-no lo creo, todos odiamos a Tamagoshi, es insoportable.

—Pues sea esa la razón o no, no pareciera que te disguste el que Elise llame a ese Senku tu novio —opinó la doctora mientras trataba su quemadura.

—Gabrielle tiene razón, y nosotras vemos muchos programas de chismes, a ti se te nota. —Elise de repente parecía muy interesada en el tema.

Kohaku bufó.

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