7°: Mi amor.

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~(⁠✿ )~

El Goetia, casi siguiéndole el juego, lo miró confundido para que continuase. Tenía curiosidad de lo que fuera a hacer.

Blitzø lo bajó un poco más, de manera que su entrepierna se restregara con la suya. Esto lo hizo estremecerse, se sentía demasiado bien; el chico lo subía y bajaba, apegando cada vez más sus cuerpos y, satisfactoriamente, su sexo. El cual ya estaba erecto queriendo ser sacado.

El menor se abrazó al moreno, enterrando su cara en el cuello de este, sabiendo que, tarde o temprano, podría soltar algún jadeo. Aunque no hacia nada para evitar los movimientos o hacerlos parar, en cambio, las piernas que tenía a cada lado del brazo del contrario, las juntaba apretando más su cuerpo con el de Blitzø.

- N-No. Para, B-Blitzy~ - A pesar de todo, había algo que no lo dejaba en paz para así entregarse por completo al placer que quería sentir al lado de su mayor.

Mejor dicho, no era algo, sino un muy minúsculo detalle. El moreno Suspiró derrotado, sí que le había hecho aclarar la duda.

- Está bien, te entiendo.

Le sonrió comprensivo, pero también se sentía un poco triste y/o decepcionado de sí mismo, ¿Cómo pudo ser tan imbécil de querer aprovecharse de él? Es el peor ser humano del mundo, no iba a poder verlo a la cara por la vergüenza que sentía.

Al pronunciar aquellas palabras, paró inmediatamente su movimiento continuo y pensaba en dejarlo en el suelo. Pero...

- ¿S-Stolas? - Miró al azabache vergonzosamente y con las mejillas aún más rojas.

Este, al notar que Blitzø había dejado de moverse, instantáneamente su cuerpo reaccionó moviendo sus caderas haciendo pequeñas simulaciones de embestidas. Sin mencionar que el moreno, hace unos segundos, hacia un muy débil esfuerzo de alejarlo para así dejar que se parara en el suelo, así que quería decir que se estaba aferrando más al cuerpo contrario.

Esto sorprendió al mayor.

- Stolas, bebé... Dime: ¿Sí o no? Sólo mueve tu cabecita si quieres seguir o no. Nadie te está obligando a nada, y nada cambiará si me dices que n-

Fue interrumpido por un beso apasionado, necesitado e inexperto; un beso que, aunque fue inesperado, también fue correspondido al instante con la misma o mayor intensidad que el contrario. Duró unos cuantos (muy largos) segundos. Hasta que, por falta de aire y necesitando aclarar toda duda, se separaron de tan perfecta unión.

- Entonces... - Lo miró con expresión excitada y estando agotado por el beso; sus bocas estaban unidas por un hilo de saliva.

- Claro que sí, Blitzy~. Siempre he esperado este momento, cariño - Le abrazó por el cuello, apegándose más a él.

- Espera, ¿Qu-

Nuevamente, fue interrumpido.


[...]


Siguieron así por un largo rato, dándose caricias por doquier; Blitzø lo estaba llevando a la cama, aprovechando eso, toqueteaba a Stolas causándole jadeos dentro del beso. Era una guerra de lenguas que tenían entre sí, para ver quien era la triunfante. Aunque claramente el moreno ganaba por experiencia y que el de ojos rubí era nuevo en eso.

Al ya llegar al lugar esperado: la gran cama del Goetia, Blitzø lo recostó con mucho cuidado y suma delicadeza en ella. Lo puso debajo de él y empezó a descender de su boca a sus mejillas para luego terminar en su cuello, donde dejó varios besos húmedos sabiendo que le quedarían marcas luego.

Ojos carmín, cual rubí | Stolitzø.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora