5°: Libro de matemáticas.

279 34 13
                                    


~(⁠✿ )~


[...]

- Entonces tenemos que, siguiendo el primer paso, tomamos lo que está adentro de la raíz y esto - Señaló el problema -, se convertirá en: dos equis más tres dividido entre cinco mayor e igual que cero. Después se pasará el cinco, que está dividiendo, al lado del cero, pero esta vez multiplicando, ¿Ves?

Decía mientras le mostraba al moreno cada paso escrito de manera muy ordenada y resaltada en su cuaderno. Este asintió confundido.

-... Okey. Cero por cinco da cero, así que se queda así mismo. Aquí sí se puede pasar este tres al lado del cero, pero los signos se intercambian así que ahora es: menos tres - Miró a su amigo, este se mostraba atento a cada explicación -. Se restan el cero y el tres y queda: menos tres. Siempre quedará así. Después tomamos el número que está al lado de la equis que, en este caso, es el dos, y lo pasamos dividiendo. Ya que al estar con la equis inevitablemente está multiplicando. Y si la división da de resultado un decimal, no vale y queda así mismo.

- Uhmm... - Murmuró ahora entrecerrando sus ojos.

- Bueno, esto tiene dos pasos. Pero, ¿Has entendido este? - Preguntó regalándole una sonrisa el de cabellos azules.

- ¿Te puedo ser realmente sincero?

- ¡Claro!

Habían pasado hora y media y, aunque las primeras dos ya las había comprendido, estaban aún con la última. A diferencia de hace un rato, ahora estaban mucho más juntos; Blitzø encogido en su asiento, estaba mirando atentamente el cuaderno escuchando cada explicación que le daba su menor. Stolas en realidad que era extremadamente paciente, está ya era la quinta vez que lo repetía y él hacía como si nada. Como si fuera la primera vez.

Le explicaba de tantas formas para que se le facilitara al momento de realizarla, sólo faltaba que le explicara con manzanas.

Por otro lado; Stolas estaba muy cerca de él, con el brazo izquierdo rodeando la silla y el otro sosteniendo un lápiz en su delgada mano, explicándole al moreno. Si le preguntaban, le parecía realmente tierno cuando el mayor ponía sus caritas de confusión. Para él, se parecía mucho a un infante que está aprendiendo a leer.

Le encantaba pasarla con aquel chico que, al igual que él, tenía unos preciosos ojos rubíes.

- ¿De verdad?

El contrario asintió nuevamente. Lo miró nervioso por lo que diría el menor; ya para sí mismo era agotador todas las veces que decía que no entendía, y se estaba haciendo una idea (que de por sí es errónea) del cómo lo está pasando Stolas.

-. Pues, me perdí desde el principio... La cosa esa de: ¿Cambiar la raíz por... No, era dejarla sola? ¡Quitarla! Sí, creo que era eso - Volteó a mirarlo.

El otro suspiró; Blitzø pensó que fue por lo harto que estaba de tanta explicación, pero la verdad era que lo había hecho por el simple motivo de tener su cara muy cerca, y que además le parecía muy adorable el gesto que hizo el mayor. Trataba de no sonrojarse.

-... ¿Ves? Es imposible. No sé porqué no estoy entendiendo; esto es fácil, se ve fácil... Pero es como si tuviera un bloqueo mental, o mi cabeza estuviera metida en otra parte - Frustrado, se tomó la cabeza con ambas manos jalando sus cabellos. Stolas se alertó por aquella acción.

- Hey, hey, cariño - Apartó las manos del contrario y se encontró con una mirada desesperada -. Tranquilo, esto se solucionará, te lo aseguro. Confío en ti y sé que lograrás entender - Con sus manos, tomó las mejillas ajenas y acariciaba estas con ternura -. No te desesperes, lo lograrás, ¿Okey? - Su mirar era tranquilo, queriendo transmitir ese mismo sentimiento que sabía que el de mechones blancos necesitaba.

Ojos carmín, cual rubí | Stolitzø.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora