2°: ¿Amigos?

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«/ FLASH BACK /»

⟨ Blitzø ⟩

Recuerdo que estaba apoyado en la pared, descansando. Estaba esperando allí a "mi amigo" (en ese momento lo consideraba así, qué imbécil), Striker. Me había dicho que lo esperara, así que eso era lo que hacía; ya que hoy, junto con los demás, nos íbamos a divertir. Pintar paredes con grafiti.

Estaba tomándome una lata de refresco hasta que, en eso, un chico de estatura baja, ojos rubíes, cabello azulado, de piel blanquecina y vestido de una manera muy formal, se me acercó con total timidez, como también muy nervioso pero, aún así, con una mirada curiosa.

Sólo levanté la vista, al hacerlo recordé quién era en menos de un segundo, o al menos lo suficiente, ya que no me importaba.

Era aquel niño rico que había llegado al colegio, todos hablaban de él. Nada bueno, claramente. Pero sí se preguntaban el porqué de su llegada a ese instituto, la cual no había sido hace mucho. Aunque ya estábamos a mitad de año. Y justamente tocó conmigo, en mi salón. Al ser nuevo, se tuvo que presentar: Stolas Goetia.

También escuché decir que esa familia era muy, muy adinerada. Demasiado, diría yo. Ya que descienden de la realeza y toda esa mierda. Como ya dije, no me podía importar menos. Esta clase de gente no me gusta verla ni en pintura, se creen mejor que cualquiera sólo por tener dinero, denigrando y señalando al que tenga un par de ceros menos que ellos.

Odio de sobremanera a esos riquillos pretenciosos.

— ¿Qué mierda quieres, niño? — Te pregunté con molestia cuando vi que tenías intención de hablar conmigo.

E-Ehh... Bueno — Aclaraste tu garganta aún más nervioso —, yo me preguntaba si... P-Podíamos ser amigos. S-Soy Stolas Goetia, un gusto — Me extendiste tu mano, más yo sólo la miré con desagrado. Luego quité mi mirada de allí y la fijé en ti, en tus ojos. Pero esa vez, el desagrado se mezclaba con indiferencia.

Pensaba que querías mostrar tu apellido y que yo te alagara o te exaltara, también pensé que eso de "amigos" habia sido una orden. Mi orgullo y prejuicio me decían tantas cosas de ti, que hoy en día son una tortura recordar.

¿Tú quieres que seamos amigos? — Pregunté con clara burla, pero en cambio, asentiste inocente. Noté como, al ver que yo no tomaba tu mano para devolverte el saludo, la bajaste lenta y tímidamente. Casi nervioso y apenado.

Sí, así es... Te conozco, creo que tú a mí no, te vi en aquel- — Te interrumpí, no quería ni escucharte.

No, claro que sí te conozco. Eres un riquillo proveniente de la familia Goetia. ¿Sabes qué, niñito? Lo último que haría en esta puta vida sería ser amigo de alguien como tú — Te señalé haciendo que retrocedieras por instinto —, los de tu clase sólo sirven para humillar a personas que no tienen para exhibir. Mejor te vas a la verga y me dejas tranquilo. A mí me importa mierda lo que quieras — Te grité, no tan fuerte como para llamar, pero sí como para que te asustaras un poco. Y desgraciadamente lo estaba logrando.

P-Pero, yo no... Y-Yo no haría es- — nuevamente te volví a interrumpir, querías explicarme lo que después yo mismo me di de cuenta.

Yo no quiero saber un carajo. Lo único que quisiera de ti, es que no me vuelvas ni a ver — Te di la espalda; ese sería el primer y último día que te haría ese gesto —. Engreído de mierda; cree que por ser hijo de mami y papi podrá comprar lo que se le venga en gana — Decía mientras me iba de allí, dejándote sólo.

Ojos carmín, cual rubí | Stolitzø.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora