~(✿ )~—Momento, principito~. Ahora es momento de hacerte gritar~ — Tomó con fuerza las caderas contrarias y posicionó nuevamente su miembro.
— Sí, por favor~ — Gimió.
Metió poco a poco, obviamente, primero el glande el cual estaba muy hinchado y palpitante. Entre suspiros, metió más que la punta, pero aún así no llegaba ni a la mitad; cuando notó el movimiento de caderas de Stolas buscando más, supo que era momento de meterlo por completo, de una sola estocada.
El impacto de la embestida hizo que el cuerpo del blanquecino temblara a más no poder, por la fuerte sensación explícita de corriente eléctrica llena de placer que pudo experimentar. Soltó un largo y un poco doloroso gemido. El moreno, después de haber dejado por unos momentos su miembro dentro de el Goetia, movió sus caderas lentamente, por ende, dando embestidas lentas y profundas.
Queriendo así que Stolas se acostumbrara.
Un pequeño quejido ahogado hizo que se preocupara; con cuidado, se puso arriba de él sin sacar su polla, alcanzando así estar a la altura de su cara. Al lado de esta, apoyándose de sus codos para no caerle encima y aún sin parar con las pequeñas penetraciones.
— Bebé, mi niño, ¿Estás...- ¿¡Qué!? — Abrió sus ojos alarmado —. ¿Te duele mucho, mi amor?
— N-No... sólo me estoy acostumbrando — Blitzø se había preocupado al ver que Stolas estaba soltando un par de lágrimas —. Tus dedos no son nada comparados a la gran virilidad que cargas, Blitzy~. Sin du-dahh~ — Rió un poco, aunque el mencionado no se convencía del todo.
— Eh, lo podemos dejar hasta aquí, Stols. Eso o mejor sería hacer lo de antes con mis dedos, pero parar con esto. No puedo seguir si te duele mucho; si sufres — Estaba realmente alarmado, no podía hacerlo ni verlo llorar.
— ¿No te gusta follarme?, ¿Te desagrada tenerla dentro de mí?
— ¿Qué? No, todo lo contrario. Me encantas.
— Pues estás poniendo muchas excusas. Mejor cierra el pico — Ordenó el Goetia.
— Pero... estás llorando, te está doliendo.
— Sí, y es normal, canelita — Al tener al moreno junto a su mejilla, se restregó la propia en ella —. Tú sabes bien eso. No comenzarás algo para luego dejarlo a medias; me la metiste, ahora la podrás sacar cuando me dejes lleno de todo tu semen, ¿Está bien? Quiero estar lleno de ti. De tu esencia — Sentenció seguro. Le encantaba que su castaño fuera tan delicado con él, le fascinaba.
— ¡Mierda, Stolas, cuanto te amo! — Le abrazó desde atrás con fuerza; había quedado con la boca abierta después de todas las cosas que escuchó de su menor.
No cabía duda que nunca había visto ese lado de él. Lo de ser y tener seguridad sí (cosa que le prendía), pero, ¿Aquella faceta segura mezclada con su excitación? Claramente nunca la había podido ver, por obvias razones. Más todas esas cosas divinas que le dijo... no había explicación siquiera de cómo se sentía en ese momento.
Cada día lo amaba más, por cada gesto, detalle, palabra; todos los días su amor por él crecía más y más. En esta ocasión había descubierto ese lado que, tenía por seguro, nadie más iba a poder ver.
Él era de Stolas, y Stolas de él. No dejaría que ninguna mierdilla se le acercara a su príncipe.
— Ahh~, ¿Blitzy~?, ¿No te estás olvidando de un pe-queño d-detalle~? — Entre gemidos, preguntó.
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Ojos carmín, cual rubí | Stolitzø.
De Todo| • ~ • ~ • ~ • ~ • ~ • ♥ • ~ • ~ • ~ • ~ • ~ • | Juzgar a una persona antes de conocerla es algo muy terrible, luego puede que te arrepientas al ver cómo es en realidad. O, al nunca tener la iniciativa de hablarle, pierdes el poder conocer un mara...