24.FREYA

1 0 0
                                    

Aquella mañana, a las nueve, estábamos todos desayunando tranquilamente, hablando sobre la noche anterior y disfrutando del conjunto de comida que teníamos en nuestro plato.

Estábamos todos excepto Ron que seguía en la cama. No le dimos mucha importancia, Carly me había contado lo que había pasado la noche anterior y comprendí que entre el sueño y la vergüenza...

Decidimos pasar la mañana sin Ron, nos iríamos con Artemisa al campo de entrenamiento y les daríamos una pequeña clase a Ness, a Luke y a Carly. Les iba a acompañar en el viaje, pero yo sola no podría defenderles si algo nos atacaba.

Al terminar el desayuno les dimos unas armaduras para que se las pusieran y las llevaran al campo de entrenamiento. Cuando llegamos pude observar sus caras de asombro.

Se veía la admiración que tenían por aquel lugar, sinceramente, era mágico. No sabría cómo describirlo completamente, pero si solo pudiese hacerlo con una sola palabra sería extraordinario.

Artemisa empezó a entrenarlos, la primera fue la prueba de obstáculos, Branwen se encargó de hacerlos con su magia. Nos colocamos en la línea de la silla, el recorrido se componía de una especie de selva simulada con los obstáculos que Branwen hubiera puesto.

Teníamos que combatir contra ellos, pero en ese momento nos dimos cuenta de que Luke tenía magia así que no le dejamos que usara su varita y le dimos una espada. Podía efectuar magia con sus manos, pero era menos eficaz.

En cambio, a Ness le dimos un arco y unas flechas y a Carly dos puñales y una bomba de humo. Deberían apañarse con eso, yo también llevaba un arco y unas flechas.

Los cuatro esperábamos ansiosos a la señal de salida que nos daría Artemisa.

Mi respiración había aumentado de velocidad. Mis latidos aumentaban a la vez que la respiración. Los notaba golpeándome el pecho, creándome una sensación de miedo y de ganas por echar a correr de una vez.

El miedo que se había acurrucado en un rinconcito de mi corazón se debía a que había visto a Branwen crear cosas maravillosas, pero también realmente aterradoras. No sabía lo que me esperaba en el interior de esa selva simulada. Me daba miedo lo que les pudiera pasar Ness y a Carly.

Luke tenía magia y sabía utilizarla de manera correcta, pero Carly y Ness estaban completamente indefensas.

Sobre todo, Carly, Ness era una chica fuerte y valiente y no dudaba que iba a pelear contra cualquier cosa que se la pusiera delante, pero Carly... Era delicada un poco miedosa y más que pelear pensaba que podría salir corriendo en cuanto viera aparecer a la bestia que Branwen nos había preparado.

El pitido del silbato de Artemisa resonó en mis oídos como un impulso para hacer que mis piernas empezaran a moverse rápidamente y echara a correr sin frenos.

Miré hacia un lado, todo estaba repleto de árboles y arbustos, pero pude distinguir el cuerpo de Luke corriendo más rápido que yo, a Ness pisándome los talones y Carly un poco más retrasada.

No le di importancia y seguí corriendo a toda pastilla esquivando los troncos de los árboles, las ramas por encima de mi frente y las raíces húmedas del suelo que me hacían resbalar de vez en cuando.

La garganta me ardía, el aire fresco que respiraba llegaba a ella y la calentaba de una manera asombrosamente despreciable. Me estaba ahogando un poco y opté por bajar un poco el ritmo.

Luke ya iba unos quinientos metros más adelante, aunque quisiera no le alcanzaría no valía la pena seguir corriendo descabelladamente. Llegó un momento en el que Ness se colocó a mi lado y empezamos a correr a la par.

—¿Qué tal Freya? Pareces ahogada, ¿estás bien? —me preguntó Nessy exhausta.

—Sí, por eso mismo he bajado el ritmo, sentía una opresión en el pecho muy fuerte —respondí jadeando.

—Si quieres podemos pasar la prueba juntas —me sugirió Nessy.

—Vale. Me parece bien —dije—. Por cierto, dónde está Carly —pregunté.

—Se ha quedado más atrás no sé cómo estará, pero bueno, aquí no la va a pasar nada —me respondió Nessy.

Las dos seguimos corriendo sincronizádamente. Cada vez que dábamos un paso nuestros pies caían a la vez. Las sonrisas que se esbozaron en nuestras caras eran reales. Estábamos felices, nos sentíamos libres, correr a toda pastilla con el viento chocando contra ti era reconfortante.

Pero al fin apareció, en algún momento tenía que hacerlo. La monstruosidad que había creado Branwen era terrorífica. Me esperaba algo horrible, pero no tanto. Daba miedo, o igual estaba hecho para eso.

<<Muy lista Branwen, un monstruo que se convierte en tu peor pesadilla>> pensé.

Terminamos el entrenamiento bastante rápido, a Ness no le costó aprenderlo todo y a Luke tampoco. A Carly un poco más, pero bueno no pasaba nada.

MistikoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora