Mistiko

48.CARLY

La fiesta había continuado, pero ya no era lo mismo. Después del incidente ocurrido, todos estaban atemorizados y acobardados. Luke, Branwen, Ness y yo estábamos ansiosos y preocupados. Ron estaba tardando mucho.

He de admitir que tenía miedo. Mucho miedo.

Sabía que Freya era una psicópata, sabía que aquel día en el bosque la había cambiado, qué había pasado. ¿El golpe que recibió en la cabeza fue demasiado? Teníamos que descubrirlo ya. Era muy urgente, tal y cómo estaba la situación había que debatir qué hacer con ella.

Ness y Luke habían comenzado a bailar juntos para volver a crear el ambiente anterior al asesinato, para convencer a los elfos de que estaban a salvo.

Yo esperaba con Branwen, las dos estábamos bastante inquietas, ella ya había comenzado a morderse las uñas. Eso no era muy buena señal. Ron no aparecía por ninguna parte y Freya tampoco. Tenía miedo de lo que pudiera pasarle.

De repente, como una estela de luz, me sorprendí al ver a Freya muy enfadada caminando decidida hacia mí. Luego vi a Ron corriendo detrás de ella, exhausto. La miré con los ojos abiertos como platos, preguntándome qué podría llegar a hacerme.

Estaba atemorizada, por eso mismo no podía moverme. Branwen me empujó, pero no sirvió de nada. Freya se paró justo delante de mí y dijo:

—Que todo el mundo atienda. Ahora mismo voy a librarme de mi mayor problema y vais a ver cómo. Considerad esto un tutorial gratuito. —Sonrió malévolamente.

—¡Estate quieta! —Ron gritó desde una mitad de la sala.

Todos los ojos estaban puestos en nosotros tres. Me percaté de lo silenciosa que se encontraba la estancia. Observé la mirada de preocupación de Ness. Estaba aguantándose las lágrimas. Luke dejó que se acurrucase en su pecho para no mirar.

—Freya no lo hagas, eres una buena chica, sabes que esto está mal. —Ron la miró con compasión.

—No, mi amor. Esto se va a acabar ya, corazón. —Giró la cabeza y concentró su mirada en mí.

Yo me encontraba tirada en el suelo por el empujón del hada. Me miró con una sonrisita en la cara y riéndose entre dientes.

—Llevas siendo un problema para mí desde que te conocí. Eres un problema para mí que me irrita todos los días, que me corroe por dentro y lo peor de todo, que me roba el corazón de mi amado —miró a Ron—, eso se acabó. Cuando digo que me voy a deshacer de ti voy muy enserio, querida.

Todos la observaban con temor y tristeza.

—Veamos, qué puedo hacer contigo. —Se paseó por la sala acercándose a los elfos con agilidad.

Ellos no decían nada al respecto, no se atrevían.

—Podría asesinarla con este puñal —enseñó el puñal con el que había matado al elfo minutos antes—, o podría torturarla primero, aquí, delante de todos vosotros. Al fin y al cabo, esto es un tutorial gratuito, ¿no?

—Freya, estás a tiempo de parar y olvidar todo esto —dijo Ron preocupado.

—No mi amor. Esta niñita va a morir ya. —Se acercó a Ron y le apartó un mechón de pelo que caía sobre su frente.

—¡No! —gritó Ness abalanzándose sobre ella.

Las dos cayeron al suelo, había pillado a la amazona desprevenida. Nessy la inmovilizó en el suelo. Sujetó sus brazos en alto con una sola mano y con la otra le quitó la daga sin desenvainarla y se la lanzó a Ron. Este la cogió sin problemas.

—Eres odiosa, pedazo de bastarda.

Ness comenzó a darla de puñetazos en la cara, sin parar, no eran muy fuertes, se controló bastante, lo suficiente como para no causarla ninguna lesión grave. Solo le dio su merecido.