40.NESSY

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Llevaba un buen rato observando a los demás divertirse, caminando alrededor de la sala. Luke seguía bailando con Branwen. Carly y Ron habían empezado a hablar. No veía a Freya por ningún lado.

La busqué con la mirada entre el barullo de hadas, pero no la vi. Me chocaba contra las hadas que danzaban felices una y otra vez. Decidí volver a apartarme de la masa de gente.

De repente vi a Freya. Iba sola y se estaba acercando a los cuerpos inertes de las hadas que acababan de fallecer. Aún seguían ahí en el suelo, inmóviles, más blancos de lo normal, fríos. Obviamente, seguían manchados de sangre, con las flechas y los puñales clavados en el pecho.

La amazona iba sola, directa a los cuerpos, sin vacilar. La seguí sigilosamente, aparte de que me pareció muy raro que no los hubieran quitado de ahí. Me escondí detrás de un trozo de pared que sobresalía. Al ser unas mazmorras en una cueva, la pared no era uniforme y había recovecos.

Se acercó al cuerpo de la segunda hada y se agachó para inspeccionarlo más de cerca. La miró detenidamente, la toqueteó, la empujó para darla la vuelta, la volvió a colocar boca arriba... Como si fuese a diseccionar el cuerpo sin vida.

Metió la mano en la alforja que llevaba y sacó un puñal, otro. Por un momento pensaba que iba a abrirla en dos y sacarla las vísceras. Acercó la punta del afilado cuchillo a la garganta del hada. Sin reparos, cortó el vestido del hada desde el cuello hasta el ombligo. Se lo terminó de arrancar con sus propias manos.

La volvió a mirar trazando líneas imaginarias con el puñal sobre su pecho. << Oh no, esta vez sí que la va a abrir >> pensé tapándome los ojos con las palmas de mis manos.

<<Si quieres saber que está haciendo tienes que mirar Nessy...>> pensé, a veces odiaba profundamente a mi conciencia.

Me destapé los ojos y vi como Freya empezaba a clavar el puñal en el cuello del hada. Me entró una náusea. Apretó con fuerza y comenzó a rajar el cuerpo.

Más sangre iba brotando según iba dividiendo el cadáver. << ¿Es que acaso las hadas tienen sangre infinita? >> pensé de nuevo, me entró otra náusea. El olor a podrido llegaba hasta mi escondite.

Una vez el cuerpo estaba completamente abierto, Freya dejó el puñal manchado de sangre en el suelo. Con su mano desnuda agarró el corazón de la pobre hada y se lo sacó tirando de él fuertemente. Lo sostuvo frente a ella. Lo miró con malicia y deseo. << ¡Qué narices hace! >> grité en mi interior.

Me tuve que tapar la nariz y respirar por la boca para no vomitar allí mismo. Aquel hedor estaba haciendo que me marease. Las náuseas no dejaban de entrar en mi garganta. Qué asco me estaba dando.

Freya envolvió el corazón en un paño y lo metió en una caja azul mate que sacó de su alforja. << ¿Acaso su alforja no tiene fondo? >> volvió a guardar la caja con el órgano dentro en su bolsa. Con unos polvos de color verde hizo que el corte que había ejecutado hacía unos segundos desapareciera.

El hada quedó como estaba antes de que Freya llegara. La amazona se levantó cuidando de que nadie la hubiese visto. Lo que no sabía es que yo había presenciado esa asquerosa acción. Una vez había comprobado que nadie la miraba (aparte de mí), se marchó y se unió de nuevo a la fiesta como si nada hubiese pasado.

Las ganas de vomitar que sentía era enormes, pero me aguanté. Tragué toda la saliva que se había acumulado en mi boca y me fui al igual que Freya.

La seguí hasta la multitud de hadas bailando y me quedé sentada en el banco de antes. Mirando a todos divertirse, ahora tenía un nudo en la garganta y mil preguntas que me comían la cabeza.

MistikoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora