45.NESSY

1 0 0
                                    

De nuevo nos encontrábamos sentados en unos sillones muy incómodos llenos de polvo. La madre de Ron estaba sentada delante de nosotros, se encontraba muy concentrada leyendo unos papeles llenos de frases largas.

Se colocó bien sus gafas y carraspeó su garganta.

—¿Con que habéis venido a buscar al Gran Mago?

—Sí, madre —respondió su hijo.

—Permitidme deciros que habéis perdido el tiempo de una manera increíble. El Gran Mago se fue hace tres meses.

—¿Cómo que se fue hace tres meses? —preguntó Luke excitado.

—Sí, así es —afirmó la señora Trasey muy seria.

—¿A dónde se fue? —preguntó agitado y nervioso.

—A su lugar de paz, como él le llama. Seguro que tú sabes dónde está ese sitio, Luke. —La señora Trasey se levantó de la silla y caminó hacia nosotros.

Se paró junto a una pequeña mesilla, agarró una tetera llena de café y vertió un poco en una taza. El líquido que acababa de echar en el recipiente humeaba. Añadió un poco de leche y una cucharadilla de azúcar moreno. Después, revolvió la mezcla y le dio un sorbo.

—Creo que deberíais volver a casa, descansar y mañana decidir qué hacer y meditar el asunto. Sobretodo tú, Luke.

Asentimos al mismo tiempo y salimos de la habitación sin decir absolutamente nada.

Estábamos cenando en la cocina de la casa de la familia Trasey. Todos nos llegábamos por el postre, un arroz con leche sazonado con canela. Estaba especialmente bueno. Todos hablábamos sobre dónde se encontraría el Gran Mago. Odio admitirlo, pero Luke estaba desesperado.

Cada uno de nosotros pensaba en lugares diferentes y a cada uno de nosotros se nos ocurrían mil maneras distintas de encontrarle.

Finalmente, todos nos fuimos a dormir, había sido un día muy largo y no podíamos pensar con claridad si nuestra cabeza estaba cansada. Nos echamos a dormir y dejamos pasar la noche.

Me desperté con la luz del día, me froté los ojos y me despejé con pereza. Estaba yo sola, los demás ya se habían despertado y acababan de bajar a desayunar. Escuchaba sus conversaciones desde la planta superior. Me vestí rápidamente y bajé las escaleras velozmente.

Todos estaban hablando a la vez, cada uno tenía sus dos tostadas untadas con mantequilla en un plato y una taza con café delante suyo. Luke se encontraba ligeramente apartado del grupo. Se acariciaba el pelo con nerviosismo y no paraba de hojear un libro que probablemente había sacado de la biblioteca.

—Buenos días —saludé canturreando—, ¿qué tal estás, Luke? Te veo bastante agobiado.

—Buenos días Ness, ¿has dormido bien? —me preguntó sin despegar los ojos del libro.

—No has respondido a mi pregunta, Luke.

—Ni tu a la mía, Nessy.

—Yo te he preguntado primero.

—Sí, estoy agobiado. No sé dónde puede estar el Gran Mago. Él me dijo muchos lugares que le gustaban, estoy buscando información en este libro que él mismo escribió.

—Tranquilízate, encontrarás la respuesta...

Me sonrió y me senté a su lado.

Tomé mi desayuno tranquilamente mientras mantenía una sencilla conversación con Ron y su hermana. Los tres estábamos de acuerdo en que teníamos que encontrar al maestro cuanto antes. Era muy necesario, ya que cuando lo hiciéramos él nos daría la respuesta sobre cómo matar a la reina Keisha.

MistikoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora