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『~*~』

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『~*~』

Un año más tarde

Aún recuerdo ese hermoso día como si fuese minutos atrás, como si fuese hace solo minutos que ambos dijimos Sí frente al altar de la iglesia. También cuando llegamos a la recepción y fuimos recibidos con gritos y aplausos por parte de familiares y amigos.

Y la noche de bodas... dios esa noche no dormimos, esa noche entera la hice disfrutar como nunca antes.

Abro la puerta del apartamento y dejo las llaves en la mesa de entrada, camino al interior de la casa mientras aflojo mi corbata, camino a la cocina sintiendo un delicioso aroma, y al llegar allí me encuentro con mi esposa frente a la estufa mientras mueve el cucharón dentro de la olla.

Sin hacer ruido para interrumpir sus movimientos de baile randoms, me siento en un taburete de la isla y observo con una sonrisa el como mueve sus caderas al son de una música desconocida para mi. En un giro que iba a hacer se detiene de improvisto y coloca una mano en su pecho por la impresión de verme aquí, dejándome ver sus dos anillos en su dedo. Miro sus ojos mostrándole mi sonrisa embobada y ella sonríe con alivio al ver que soy yo.

— Casi me matas del susto, Kook. — suspira y yo la imito.

— Que sea por un orgasmo, no del susto. — Listolo que quería lograr ya lo hice, HeeSook comienza a reír suavemente por lo recién dicho y yo me quedo solo observándola.

— Nunca te cansas de hacer bromas subliminales. — dice riendo aún y yo me encojo de hombros.

— Y tú nunca te cansas de escucharlas. — me levanto del taburete y rodeo la isla de la cocina para llegar a ella— por eso te casaste conmigo. — murmuro tomando su cintura.

— Es posible, señor Jeon... — sus brazos se posan en mis hombros y sonríe mirando mis ojos y luego mis labios que tienen un piercing hecho meses atrás.

— ¿La señora Jeon tiene dudas? — pregunto con ofensa y ella ríe un poco.

— Jamás. — susurra acercándose a mis labios hasta que nos damos un beso lento y apasionado.

Al separarnos doy un beso a su nariz.

— ¿Qué tal tu día? — pregunto acariciando su cintura con mis pulgares.

— Mmm~ bien — sonríe— llegué en la tarde y limpie un poco la casa, luego me puse a ver un programa y... te extrañé todo el día.

Sonrío ampliamente y le robo un beso de pico.

— Ya estoy aquí, me tienes para ti solita. — acaricio su nariz con la mía y vuelvo a robarle unos cuantos besos mientras ella ríe.

OUR WISH © JKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora