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Acaricio la espalda de HeeSook mientras ella acaricia mi torso, me pellizca de vez en cuando por el relato que le acabo de contar.

— Te dije que dejaras de ser malo con tus compañeros de trabajo. — deja un beso en mi pecho y yo la atraigo para besar su frente.

— Lo sé, pero sabes que está en mi sangre ser competitivo.

— ¿Competitivo? — pregunta con tono risueño— ¿quieres ser la secretaria de tu padre?

Ambos soltamos una carcajada y la subo sobre mi cuerpo para besar sus labios apasionadamente mientras acaricio sus muslos que ahora rodean mis caderas. Ambos estábamos desnudos por haber hecho el amor hace un momento.

Dejo en paz sus labios y me voy a su cuello para escuchar su risita que tanto me prende. Se levanta y se sienta sobre mi regazo, provocando que la sábana que la cubría caiga y deje ver su hermoso cuerpo. Mis manos inquietas acarician su cintura y luego voy a sus pechos, hipnotizado con su belleza.

— Eres tan hermosa, amor. — me regala una hermosa sonrisa y se acerca para darme un beso corto en los labios.

— Y tú tan pervertido. — susurra en mi oído. Y sonrío con mis ojos cerrados para morder mi labio inferior mientras masajeo su trasero.

— Pero te gusta. — susurro en su oído.

— Me encanta. — susurra devuelta.

Me encargo de dejarla debajo de mi nuevamente y le lleno de besos por todo el rostro y luego su cuello mientras escucho su risa.

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Me doy la vuelta en la cama algo adormilado, y observo a HeeSook aún dormida, está de espaldas a mi, por lo que me acerco y le rodeo el brazo con el mio mientras me apego a su cuerpo. Le doy un beso en la nuca y escucho su quejido.

Después de lo de anoche no nos queremos levantar.

— Levántate, dormilona. — susurro en su oído y ella se queja nuevamente— Tienes que ir a la emisora, te recuerdo que eres el pilar de allí y sin ti no son nada. — vuelvo a dejar otro beso en su cuello y escucho su risita.

— Claro que no, no seas bobo. — responde entre risas y mi brazo se afianza a ella.

— Ellos sin ti no son nada, ya te lo dije. — mis labios besan su mandíbula cuando mi rostro se acerca más al suyo— al igual que yo. — susurro nuevamente y su movimiento me hace separarme un poco cuando se da la vuelta para quedar frente a mí, mi mano acaricia su espalda y rozo mi nariz con la suya.

OUR WISH © JKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora