Cap. 28 - La primera vez Pt.2

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-Chester-

-"Hey, te debo una disculpa..."- Le dije sinceramente.

Él me abrazó y comenzó a caminar hacia el sofá junto conmigo. Yo iba caminando hacia atrás y cuando menos esperé caímos juntos en el enorme sillón. Nos echamos a reír.

Entonces se acercó y me besó lenta y suavemente. Había extrañado mucho sus besos.

Tomé su rostro con mis manos y lo miré a los ojos.

-"De verdad lo siento..."-

-"Está bien, te creo y sé que lo sientes. Te amo."- Me dijo dulcemente.

No puedo explicar lo que sentí por él en ese momento, fue como un arrebato de deseo y pasión. Lo besé de nuevo y poco a poco fui yo quien aumentó la intensidad de esos besos. Cuando menos me di cuenta me encontraba encima de él y la temperatura de nuestros cuerpos comenzó a subir.

Entonces me interrumpió.

-"Espera..."- Me dijo y dio un suspiro para tranquilizarse.

-"¿Qué sucede?"-

-"Tengo que tranquilizarme un poco, ¿está bien?"- Me dijo agitado.

-"¿Sabes una cosa? Creo que estoy listo para hacerlo."- Le dije confiado.

Él sonrió y me contesto mientras besaba mi mejilla:

-"Muy bien, hagámoslo algo especial."-

De verdad hacía que me derritiera por él, no tengo idea de cómo no había sentido esto antes.

En serio se comprometió a hacer de nuestra primera vez algo especial. Esa noche llenó el departamento con velas y pétalos de rosa. Había aperitivos dulces como fresas y bombones cubiertos con chocolate, y cojines y mantas de color blanco y rojo. Además de música muy agradable, algo sensual y acorde al momento.

Pensé que estaba listo pero luego de ver todo esto me sentí muy presionado de que todo fuera perfecto. No pude relajarme y el momento en que nos habíamos despojado de nuestras ropas me sentí muy vulnerable y comencé a llorar.

Él inmediatamente, como si supiera lo que estaba sintiendo, tomó una de las mantas, me cubrió de inmediato y me abrazó fuerte meciéndose poco a poco.

-"Tranquilo, esta bien..."- Me dijo varias veces mientras acariciaba de forma cálida mi espalda.

Logré tranquilizarme después de un rato.

-"Lo siento, preparaste todo para esta noche..."- Le dije apenado.

-"Amor, eso es lo de menos. A mí lo que me importa es que tú estés feliz."- Me dijo amorosamente con una sonrisa, lo amaba tanto...-"¿Te parece bien si nos olvidamos de esto por un tiempo?"-

Siempre me hacía sentir amado y aceptado sin condiciones, de verdad era mucho más que feliz a su lado.

Pasaron unos meses, nuestra relación siguió igual que siempre, él seguía siendo igual de cálido y amoroso conmigo como desde el primer día. Y aunque no lo habíamos hecho aún, nos sentíamos mucho más unidos y felices de estar juntos.

Y creí que esto no podía ser mejor hasta que poco a poco me fui relajando, perdiéndole el miedo a equivocarme y a ser imperfecto al ir avanzando en nuestra intimidad. Entonces pude ir disfrutando plenamente de aquellos momentos de estar juntos y cuando menos esperé fuimos descubriendo la manera de expresar al máximo todo este amor y atracción que sentíamos uno por el otro.

En verdad este era el punto máximo de la felicidad.

-Continúa-

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