Cap. 29 - Cambios

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-Chester-

Creí que nos habíamos vuelto unos adolescentes comunes y corrientes, pero a medida que fuimos conociendo a más gente, comenzamos a ser reconocidos.

Aunque reíamos frente a las afirmaciones de aquellos que insistían en que éramos idénticos al Mike y al Chester de Linkin Park, y les decíamos que era solo casualidad no solo eso, sino que además tuviéramos los mismos nombres, comenzaba a ser peligroso el hecho de que querían grabarnos con las cámaras de sus celulares para subirnos a las redes sociales.

Un solo video y sin duda el mundo entero sabría de nuestra existencia.

Yo siempre cubría mis tatuajes usando camisas de mangas largas, pero todo el tiempo estaba el riesgo de que por alguna razón o descuido alguien más los viera.

Le dijimos al Mike original y a Noah lo que estaba sucediendo y lo asustados que comenzábamos a sentirnos.

Entonces Noah le recordó al Mike original acerca del plan que tenía para nosotros al cumplir 18 años.

Mike seguía sin estar de acuerdo, pero Noah le insistía en que era la única manera en que podríamos ser realmente libres ya que en realidad seguíamos escondiéndonos del mundo, solo que nuestro refugio ahora era un poco más grande.

Al final ambos concluyeron en que nosotros ya teníamos la edad suficiente para decidir. Y aunque no nos estaban presionando para decidir de inmediato, debido al temor yo estuve de acuerdo en proceder con la cirugía, también mi Mike, pero él se veía mucho más despreocupado por todo este asunto.

Unos días después nos dirigimos a la clínica, esta vez todos juntos. No por miedo a que volviera a pasar lo de la última vez, simplemente para reconfortarnos y hacernos sentir seguros ante este asunto.

Llegamos y de inmediato nos pasaron a cada uno a habitaciones separadas para prepararnos para la cirugía. Mi Mike y yo estuvimos tomados de la mano todo el tiempo y ahora había llegado el momento de separarnos.

Mientras me cambiaba a la bata de cirugía recordé lo que el médico que nos haría la operación nos dijo. Usarían la más alta tecnología en nuestros procedimientos. Serían láseres que no serían demasiado invasivos con nuestros tejidos. No habría mucha sangre, ni hinchazón, ni cicatrices. En unas cuantas horas estaríamos casi al cien porciento recuperados del procedimiento. También nos había mostrado en su computadora el resultado aproximado. Realmente no cambiaríamos mucho, solo lo suficiente para dejar de vernos idénticos a nuestras versiones originales, pero seguiríamos siendo muy parecidos. La verdad lo vi pero me encontraba tan en shock por todo esto que ni siquiera recordaba como sería ese resultado. Solo recordaba que había aceptado y seguido adelante con toda la papelería que había que firmar. Mi Mike había hecho lo mismo.

Terminé de cambiarme y me pasaron a la cama donde tendría que esperar unos minutos antes de que me llevaran al quirófano.

Comencé a llorar en silencio.

De repente vi como mi Mike entró a donde me encontraba. Se había escabullido de su lugar pues también se encontraba usando la bata para cirugía.

-"Hey, ¿estas bien?"- Me preguntó acariciándome la cabeza y luego dándome un beso en la frente.

Negué con la cabeza.

-"Tranquilo, todo estará bien..."- Me dijo cálidamente.

-"Sé que debemos hacerlo, pero tengo miedo..."-

-"No tenemos que hacerlo, aún estamos a tiempo de cancelar..."-

-"Pero no hay otro modo de ser libres..."-

Me sonrió dulcemente.

-"¿Qué es lo que te asusta?"- Me preguntó.

-"Es solo que...tú te enamoraste de este rostro, y ahora va a cambiar..."- Le dije quebrándome por completo.

Tomó mi rostro entre sus manos.

-"Amor, no me enamoré solo de una cosa de ti. Además, nunca seremos exactamente iguales a como hemos sido hasta ahora, cambiaremos aunque no lo queramos. No solo físicamente, si no emocionalmente, mentalmente y en muchos otros aspectos al ir madurando. Pero confío en que seguiremos dando lo mejor de nosotros en nuestra relación para permanecer juntos."-

Sus palabras me hicieron calmarme. Lo amaba por siempre lograr hacerme sentir tranquilo y seguro sin importar en qué situación nos encontráramos.

-"Además no quedaremos tan mal, ¿viste los resultados que nos presentó el doctor?"- Me dijo en tono juguetón. No solo me hacía sentir más tranquilo, si no que además me sacaba una sonrisa aún en momentos difíciles como este.

-"Bueno, te veo al despertar."- Me dijo y me dio un beso tierno en la frente y otro en la boca.

Lentamente soltó mi mano y se despidió sin dejar de mirarme hasta que desapareció por completo del otro lado del pasillo.

Ahora me sentía reconfortado, alegre y con la fuerza suficiente como para enfrentar lo siguiente.

Unas horas más tarde desperté de la cirugía. No había nadie en la habitación, me levanté lentamente y me dirigí a un espejo que se encontraba cerca.

Vi mi nuevo rostro. Aunque seguramente aún estaba algo hinchado debido al procedimiento y hacía falta que sanara, la verdad me gustó mucho el resultado. Sonreí de inmediato luego de verme.

-"Hey, ¿despertaste?"- Me preguntó Mike, el original. -"Fui por un poco de café, pensé que seguirías dormido."-

Luego vio mi sonrisa y también sonrió.

-"¿Te agrada el resultado?"-

-"Sí..."-

-"Me alegra."-

-"¿Mike ya despertó?"- Le pregunté.

-"Sí, Noah está con él. Solo que tanto tú como él aún necesitan reposo. Recuéstate y en un rato más le preguntamos a la enfermera si ya puedes ir a verlo, ¿de acuerdo?"-

Hice como me indicó, me encontraba nervioso, ¿le seguiría gustando a mi Mike?

Luego de unas horas volví a despertar. El Mike original se encontraba durmiendo en el sillón que estaba junto a la cama.

Me levanté con cuidado para no despertarlo. Decidí escabullirme tal y como mi Mike lo había hecho antes de la operación.

Salí al pasillo y vi muchas puertas. Tendría que revisar cada una de ellas hasta encontrar a mi Mike, estaba seguro de que no podía estar lejos.

Afortunadamente lo encontré a la primera. Abrí lentamente la puerta, él se encontraba solo, de pie mirando hacia la ventana. Al escucharme entrar volteó y se giró hacia mí.

Jamás imaginé que pudiera llegar a gustarme aún más hasta que descubrí esta nueva versión de él.

De inmediato me reconoció, sonrió y se acercó a mi para besarme y abrazarme.

Al parecer yo también le había gustado de nuevo.

Todo había salido mejor de lo que pensé. Quizás ahora sí podríamos tener una vida normal.

-Continúa-

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