Réplica

Cap. 19 - Recuerdos

-Mike-

Llamé a Derek y fuimos en busca del pequeño Chester. Al no encontrarlo fuimos tras de Noah. No se encontraba en aquel lugar donde usualmente tenían a Chester, pero gracias a Derek fue posible localizarlo.

Al llegar de inmediato me abalancé hacia él, Derek llevó a varios de sus hombres para neutralizar la seguridad de Noah, así que estaba completamente a mi merced.

Lo aventé hacia la pared y puse mi brazo en su cuello, me encontraba furioso.

-“¡Dime dónde está”! – Le exigí.

Él me miró con una expresión de angustia en su rostro, parecía que algo le estaba pesando muchísimo.

-“Mike, perdón por haberte mentido, creí que era lo mejor. Tienes razón, él es un clon de Chester. Pero alguien más se lo ha llevado, no sé que hacer, ayúdenme a encontrarlo.”- Me suplicó.

No entendía que demonios estaba pasando. No creí que pudiera llegar a sentirme aún más asustado sobre lo que pudiera estar pasándole al pequeño Chester, pero tenía que dejar todo eso de lado por ahora, así como las explicaciones de Noah o el hecho de sentirme traicionado por él, ya que la prioridad numero uno era encontrar a Chester.

Llevamos a Noah con nosotros, ahí fue donde me fue contando el por qué clonó a Chester.

-“Ustedes tenían una relación muy especial, ¿Cierto, Mike?, Más allá de lo que veía el resto del mundo”- Me preguntó.

Entonces vino a mí el recuerdo de la primera vez que Chester y yo nos confesamos lo que sentíamos realmente uno por el otro.

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- Muchos años atrás –

No me había dado cuenta en qué momento me empezó a gustar tanto. Sabía que lo amaba desde hacía mucho, pero esta atracción y euforia por él era algo totalmente nuevo para mí, quizás siempre había estado ahí al igual que el amor que le tenía, pero esta era la primera vez que me hacía consciente de ello.

Haciendo memoria, me sentía de nuevo como un adolescente enamorado a pesar de estar en mis 20’s y tener ya varios años de conocerlo. Y me parece gracioso el recordar que en ese entonces sobrellevé ese enamoramiento exactamente como un adolescente primerizo. Me sonrojaba al verlo y me ponía tímido, decía cosas fuera de lugar de vez en cuando por estar nervioso alrededor suyo, sonreía y apartaba la mirada en cuanto sus ojos se encontraban con los míos.

Muy seguramente él ya lo había notado desde hacía tiempo.

Un día después de una tarde de ensayo todos se habían ido temprano del estudio y nos quedamos solos él y yo. Era algo bastante común, sobre todo cuando escribíamos un nuevo álbum pasábamos horas solos en el estudio.

“Ordené algo para cenar aquí, ¿quieres acompañarme?” – Me pregunto.

Tampoco era nada extraño el que comiéramos aquí mismo pues pasábamos la mayor parte del día en este sitio.

“Claro” – Le contesté.

Ordenó uno de mis platillos favoritos, se sentía como una ocasión especial.

La platica fue agradable como siempre, amaba poder pasar con él todo el tiempo que quisiera, así como también disfrutar de su sonrisa, su voz y todo de él. Creo que ya no disimulaba en absoluto la fascinación total que tenía hacia él.