Capítulo 20

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-Malú-

Los pasos se mueven por sí solos, ágiles cómo el viento, a compás con el movimiento de los brazos y el pulso aumentando cada vez que acelero el ritmo.

El hombre de la gorra azul no pierde mi vista, siguiendo mis pasos y en un ágil movimiento con varias zancadas por delante atrapa mi cuerpo para después estampar contra la pared, haciendo que mis músculos se quiebren al fuerte impacto.

-A si que tú eres la madre de Gabrielita -habla el hombre con una sonrisa de por medio, pasando su lengua por sus labios- eres más guapa de lo que imaginaba -su nariz pequeña pasa por mi mejilla, evito su contacto pero me tiene agarrada por el cuello-

-Suéltame, por favor -hablo con un hilo de voz, y el cuerpo tiembla ante su tacto-

-Te estás metiendo con la gente equivocada Malú -al sonar mi nombre en sus labios me entra miedo- será mejor que pare lo que estás haciendo, si no te irá peor -las últimas palabras lo suelta en mi oído, apretando cada vez más mi cuello-

-No estoy haciendo nada -aclaro- te lo juro -cada vez que hablo estoy a punto de llorar-

-Sí -masculla entre dientes- te has metido en un lugar que no te incumbe -al soltar las palabras lo dice con tanta rabia y cerca de mi cara-

-Si no me hubieran robado a mis hijas, no estaríamos así ahora -respondo con temor de lo que se puede venir ahora con mi respuesta-

-No haber confiado en Enrique -alegata con otra sonrisa-

El cuerpo del hombre es embestido por alguien, algunos coches paran delante nuestra saliendo de los vehículos del cuerpo de policía.

-Brian Campos, queda detenido -un hombre robusto con pelo corto y fino está encima de él, a su espalda colocando las esposas en las manos- está acusado por intento de homicidio a su hija Gabriela Campos Hernández -al pronunciar el nombre de mi hija se me encoge el corazón escuchar lo que intentó hacerle- además de robo en la empresa que trabaja

-¿Se encuentra bien señorita? -uno de los agentes se acerca a preguntar por mi estado-

-Sí -froto la zona herida, el cuello- he ido a comisaría -confieso-

-Expliquese, por favor -él me deja continuar mi declaración-

-Desde hace días notaba que me seguían, no sabía quien era hasta ahora. Antes de que pase lo que pasó, fui a comisaría para que me ayudaran y no recibí el trato correspondido -aclaro la situación, espero que él me responda coherente y por lo que veo se queda pensando-

-Nosotros tenemos un protocolo ante esas situaciones, si quieres puedes venir a comisaría a denunciar al hombre -comenta él refiriéndose a Brian-

-No -hablo negando con la cabeza- muchas gracias de todas maneras -todavía me estoy recomponiendo del susto-

-Nos dieron un aviso de que te estaban siguiendo -interviene el hombre que embistió a mi acosador-

-¿Quién? -pregunto sorprendida-

-Una llamada anónima -el policía que está vestido de calle se acaricia el mentón- ¿Conoce a su acosador?

Trago saliva. Sólo conozco su nombre, nunca lo había visto en persona, y lo que he visto hoy es poco desear. Si hablo tengo que explicar toda la historia, y no quiero que demasiada gente sepa que tengo dos hijas gemelas, pero es la policía y ellos tomarán medidas al respecto. Hablo lo menos posible para que no me pidan la historia completa.

-Nunca lo había visto en persona -comento- él es el padre adoptivo de mi hija -las miradas de los policías no se esperaba la última declaración,el hombre alto hace unas indicaciones a su compañero y este se va-

Volver a nacer [Malú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora