Capítulo 94.

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-Malú-

El ramo de flores en las manos, y la voz de Ángel mencionando mi nombre hace que gire los talones con mis tacones encima de los pies.

Los ojos observan la manera que está sudando él, los nervios que se apoderan de ambos y como musita de sus labios las palabras que tanto deseaba oír hace años.

La sonrisa que se forma de mis labios es la señal para que intente tranquilizarse, pero no puede. Ángel lo está pasando un poco mal, y con una mano acaricio su mejilla, dónde los ojos claros de él caen encima de los míos esperando una respuesta por parte mía.

-Sí -respondo en una grata sonrisa, a punto de llorar-

Los brazos de él me rodean ferozmente, escuchando cómo el resto de la gente aplauden y piden beso. Al separar nuestros cuerpos, enseguida nos besamos y recibo por parte de él, el anillo en el dedo anular. Más aplausos de por medio y al observar a mi derecha veo a mis hijos emocionados por el momento.

-¡Todo esto está grabado! -comenta Gloria- vuestros hijos no han parado de llorar

-¿De verdad que os vais a casar? -pregunta Pablo, todavía no se lo cree-

-Sí cariño -acerco mis pasos a él para acariciar su mentón-

-Nunca creí que llegaría a tener mi familia de verdad, y mucho menos encontrarlos a todos -Daniela habla mientras se queda abrazada a mi cuerpo- lo menos que esperaría es la pedida de mano

-¡Que me estas contando! Sí tú ya lo sabías -alegata Gabriela-

-¿Ya lo sabías? -pregunto mirando a Daniela-

Ángel hace movimiento de cabeza, mientras que suspira.

-Sí, no me mateis eh -musita Daniela- por eso llevaba días intentando callar a esta -dice señalando a la hermana-

-Ya decía yo tanto pellizcos -responde la gemela-

Sonrío. No me voy a enfadar por ello, más bien me hace pensar que es capaz de guardar un secreto y soltarlo cuándo se merece, cómo es ahora.

Pablo pasa sus brazos pequeños alrededor de mi cintura, igual de feliz que sus hermanas, y una vez que escucha nuevamente la música sale a bailar.

-¡Abuela! -Natalia grita en dirección a una señora mayor con el pelo gris, recogido por un lado en un moño bajo-

-¡Gabriela! - alzo la voz mencionando a mi hija ya que veo que la señora le está poniendo en la boca alcohol-

-¡Un poquito no hace daño! -la mujer se acaba la botella echando el liquido en su garganta- ¡Vamos, fiesta, fiesta! -sale a bailar, agarrándose de Mario y crear la conga-

Las gemelas se juntan al baile, y me las quedo mirando desde la silla, bebiendo la copa de vino que me sirvieron hace rato.

-¿Un poco más? -habla un camarero-

Un detalle de la organización de esta boda es que la pareja contrataron catering, y servicios para llevar la comida a la mesa.

-No, gracias. Estoy bien -digo mirando al camarero-

-Vamos a bailar Lula -Ángel tira de mi mano, veo que está un poco contentito-

Nuestros pies y brazos bailan al ritmo de la música, mientras que Pablo está jugando con el resto de los niños. Natalia tiene sobrinos, y primos pequeños, y lo mantienen entretenidos.

-¡Vivan los novios! -Axel, uno de los sobrinos de ella nos tira serpentina encima de los cuerpos- ¡Y a los futuros novios!

-¡Serás! Has tirado la mierda esa encima de mi copa -comenta Gabriela-

-A joderse -responde el otro, y una mujer le agarra de la oreja musitando palabras que no llegamos a escuchar-

Si la boda fue un espectáculo, la ceremonia mucho más. La familia de Natalia es muy agradable, y divertida, mientras que Mario sólo tiene a uno de sus hermanos, Ángel lo llevó al altar y vaya momento. Nada más recordar la entrada de ellos me sale una sonrisilla de por medio.

-¡Luulaaa! -una voz familiar me atrapa el cuerpo, y haciendo dando vueltas por el aire, mientras tanto se ríe- ¡Que fuerte eh! ¡Tengo una hermana escritora! -exhala Orozco muy feliz-

Antonio, uno de mis amigos de toda la vida es uno de los invitados estrellas.

Natalia me comentó días atrás que él contacto con ella, y su madre comentando que ya sabía la historia. Después de tantos años en silencio, los padres de Orozco se dignaron a sacar la verdad de la familia.

-Que alegría verte por aquí -hablo mediante una sonrisa-

-No me iba a perder la boda de mi hermana, ¡Tenía que verla si o si! Preciosa, y un buen hombre tiene a su lado, encima ¡Soy tío! -se le ve tan feliz que contagia su felicidad, ambos lo estamos-

-¿Vas a venir a la mía? -digo levantando una ceja-

-¡Obvio! No me lo perdería por nada en el mundo, ver a una de mis mejores amigas pasar por el altar no es nada que pasa todos los días

-Nada más pensar en ese día me pongo nerviosa -juego con el anillo que tengo en la mano-

-Normal amiga mía, ese día tiene que ser muy especial y más si te vas a casar con la persona idónea. Ángel es un buen hombre, y el día que me hablaste de él supe que sería la persona perfecta para pasar el resto de tus días. ¡Gracias que el destino lo puso otra vez en tu camino! -Antonio siempre habla tan bien de la gente, y de una manera tan positiva que le regalo un abrazo de lado pasando un brazo mío detrás de su espalda-

-¡Eeeh que me pongo celoso! -espeta Ángel delante nuestra-

Antonio se ríe, siempre ha sido de risa fácil. Ángel también lo hace guiñando el ojo.

-¡Dale Pablo! -Escuchamos la voz de Mario-

Nuestros pasos llegan a un corrillo de gente formando un círculo, y en el centro Pablo bailando.

Los ojos se abren ante el espectáculo, y de la manera que está bailando.

-Antes estaba apuntado en baile -habla Gabriela en mi oído-

-¿Qué pasó para que lo dejara? -respondo-

-No lo sé -dice ella bebiendo y le quito la copa- ¡Oye!

-Estás bebiendo demasiado, ¿Te recuerdo como te conocí? -subo una ceja-

Gabriela se ríe, sabe perfectamente cómo nos conocimos. Aquel día en la discoteca, con quién la confundí con su gemela y fue capaz de enfrentarse a mí sin conocerme, y ponerme un apelativo.

Si echo la mirada atrás, no sé qué sería de mi sí no hubiera descubierto el vídeo de mi parto. Ahora mismo estaría sola, sin ninguna de las dos, sin Pablo y sin mi futuro esposo.

Si los días en La Voz, y otros en el estudio generan un pequeño estrés, no me quiero imaginar organizar mi boda. ¿Por qué son tantas cosas? Mis padres se ofrecieron ayudar, pero rechacé su petición porque lo quiero hacer a mi gusto, nada estrafalario.

-¿Sabes que puedes contratar una wesding planner, verdad? -comenta Sol-

-Sí, pero sería una pérdida de tiempo. Dinero para la wesding, fotografía, flores, comida y para eso ya hago todo, menos la wedding planer y me ahorro un dinero

-Visto así -Sol se lleva a la boca una uva, me ofrece y niego con la cabeza-

-Antes de irnos, voy al baño

Los pasos en dirección a los aseos de las chicas abren la puerta llevándose la sorpresa de ver a dos personas besándose, y las menos esperadas.


Nota Autora: ¡Holaa, Holaa! ¿Cómo estáis? Antes de nada pedir disculpas por no subir a su hora, ya tenéis vuestro capítulo 🙆‍♀️ ¡Algo muy importante a comunicar! El final ya está a la vuelta de la esquina.
No olvidéis comentar y darle a la ☆

Volver a nacer [Malú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora