Capítulo 62.

28 4 3
                                    


-Gabriela-

El coche de mi padre se detiene enfrente del edificio en el que vive Eva. Todavía no sé qué decirle sobre el asunto, sus sentimientos y los míos, sería sacar un viejo recuerdo.

De que tu propio padre te anime a hacer las cosas, no estoy acostumbrada a ello. Si Brian estuviera vivo, me gritaría a la cara, perdiendo el control y llamarme que soy una fulana por gustarme una mujer. ¿Él hubiese aceptado mis gustos? Sonia tal vez no se lo esperaría, no me dijera nada y me hubiese dejado hacer lo que me diera la gana. O no. A veces las personas pueden llegar a sorprender.

Iván, ¿Cómo se lo tomaría él? Tanto él y yo tenemos claro nuestros sentimientos, nos demostramos cada día que nos queremos y daremos el siguiente paso cuándo se pueda, no hay prisa. Él quiere ir poco a poco, me parece perfecto, al ser el primer amor hay que ir con cuidado. Nada más pensar en él, me aterra decirle que también me gustan las chicas, por si me deja de hablar, ver o incluso irse de mi vida, si pasa eso, no sé qué sería de mí. Iván ha formado ser una pieza fundamental en mi vida.

-¿Qué tanto piensas? -pregunta mi padre-

-Tengo miedo -respondo en dirección a sus ojos, unas de las cosas que heredé de él-

-¿Por qué? -la mano de mi padre busca la mía para entenderme-

-¿Y sí la lío hablando con ella? Iván no sabe nada, no quiero imaginar la cara cuando se entere de que tal vez me gusten las mujeres

-Haz lo que te salga del corazón, ¿Quieres que te espere?

-No, vete a casa. Te necesitarán por ahí, cualquier cosa te llamo -antes de irme beso su mejilla y le doy un abrazo colgando del cuello de mi padre- muchas gracias por los ánimos, te quiero

-Todo lo que sea para mi pequeña -acaricia mi espalda con las yemas de sus dedos- yo también te quiero -recibir por parte de él, el mismo cariño me hace recordar a Brian, a veces me decía así y se me forma un nudo en el estómago-

El primer paso es bajarme del vehículo, enfrentarme a una de las decisiones del momento y es hablar con Eva. Ambas tenemos el mismo carácter, y solemos chocar mucho. La primera vez que nos vimos fue en la guardería, mi compañera de pupitre, nuestras madres se hicieron amigas y desde entonces nos hemos hecho inseparables, compartimos todo hasta que un año Sonia y Esperanza perdieron la amistad que tenían, el año en el que los padres de Eva se separaron, ahora Miguel su nuevo novio es cómo un padre para ella, lo único que no entiendo cómo él sabe todo el ajetreo de Enrique Mesa, sí sólo lleva con Esperanza meses.

-Hola preciosa, cuánto tiempo no te veo por aquí -me recibe la mujer con una grata sonrisa-

-Hola -le respondo de la misma manera- ¿Ha regresado Eva?

-Sí, está en su cuarto. No me quiso contar lo que le pasa, a ver si tú consigues que diga algo -la mujer se pasa las manos en un paño- estoy haciendo unos calamares en salsa, ¿Te quieres quedar a comer?

-No sé cuánto tiempo me llevará hablar con ella, no te puedo dar una respuesta exacta -digo pensando, sería buena idea quedarme para saber algo sobre el asunto que me tiene en ascuas desde la última vez que estuve aquí-

-No importa, pondré un plato de más. Siempre viene bien las visitas -la mujer se despide para alejarse del recibidor-

La casa de Eva la conozco perfectamente, una vez que llego al cuarto de ella, noto que está cerrado, toco la puerta y recibo un "Quiero estar sola, por favor".

-Abre, soy yo -me sorprende lo enfadada que está y me abre para recibirla con los ojos rojos-

-Pensé que no querías saber nada de mí

Volver a nacer [Malú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora