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Los problemas en Red Bull comenzaban, no era algo nuevo, Max era un piloto demandante, tenía a todo el equipo a sus pies, casi olvidándose del segundo piloto, Sergio, quien hacia lo posible para estar tranquilo y ser de ayuda para el equipo, no era escuchado, o eso sentía el, en el fondo, había alguien que escuchaba con atención sus simples peticiones.

La carrera en casa de Checo había llegado, soñaba con estar en el podio, no sabía que esa carrera cambiaria su destino. Todo transcurría "normal".

¡QUE DEMONIOS LE PASA! -. Grito Max a su ingeniero de carrera, frustrado. - ¿EN QUE ESTRATEGIA ESTA? -.

Todo está dentro de lo planeado Max, concéntrate en la carrera -. Respondió tranquilamente el ingeniero.

Pero Max, sabía que algo estaba mal, Sergio le había jurado no opacarlo, es justo lo contrario, se sentía amenazado al ver el monoplaza de Sergio a su lado, esperando cualquier chicane para arrebasarlo, NO, él no le quitaría el primer lugar, no lo iba a permitir así tuviera que arriesgar su propia carrera y la de todo el equipo, prefería verlo derrotado, prefería verse derrotado a no ver a aquel pecoso en el podio, con esa sonrisa que lo volvía loco, esa sonrisa que en la privacidad de su departamento en Mónaco era solo para él.

Giro el volante bruscamente, sacando a Sergio de la pista, provocando que el mexicano se estrellara en el muro, a su vez, el trompeteo provocando que también se estrellara.

Max, ¿qué paso? ¿Estas bien? Apaga el auto, apaga el auto-. Decía una y otra vez el ingeniero, frente a él, había quedado el monoplaza del mexicano, a quien veía bajar aturdido por el golpe, una voz saco a Max de sus pensamientos.

Max, ¿estas bien? -. Preguntaba continuamente la voz por la radio.

Si, lo estoy, ¿cómo esta Checo? -. Pregunto rápidamente.

Él está bien -. Contesto Horner.

Cuando llegaron al garaje, Sergio visiblemente molesto lo empujo.

¿QUE DIABLOS TE PASA MAX? -. Continúo empujándolo. - LO HICISTE A PROPOSITO -.

Los ojos con lágrimas de Sergio lo hicieron recapacitar, sintiendo remordimiento y culpa, pero, no iba a mostrarse frágil, no ante la mirada de Horner, sus mecánicos y los mecánicos de Sergio.

Perdí el control, no sabía que eso era un pecado -. Respondió tranquilamente caminando hacia el otro lado del garaje.

CLARO, PERDISTE EL CONTROL JUSTO CUANDO ESTABA A PUNTO DE REBASARTE, COSA QUE HACES SIEMPRE, NO DEJAS QUE NADIE TE GANE, ERA MI SUEÑO GANAR ESTA CARRERA, LO SABES, ES MI CARRERA EN CASA -. Continuó al borde de las lágrimas. - ERES TAN EGOISTA, NO TE PEDI QUE ME DEJARAS PASAR, LO ESTABA CONSIGUIENDO POR MI -.

Tranquilo Sergio, fue un accidente -. Intento mediar Horner, desatando la furia del mexicano.

¡NO!, YA ESTOY HARTO, ESTOY HARTO DE QUE NO ME VALOREN, TIENEN 2 PILOTOS, NO SOLO UNO, HE TENIDO UN BUEN RENDIMIENTO, LES HE DEMOSTRADO QUE ME LO MEREZCO, MEREZCO ESTE ASIENTO, ME LO HE GANADO A PULSO, AGUANTO TODO, LOS DESPLANTES DE MAX, DE JOS VERSTAPPEN, DE HELMUT, DE TODOS -. Grito enojado. - MEREZCO RESPETO, MEREZCO LA MISMA OPORTUNIDAD QUE MAX, LO QUE TANTO TE JACTAS DE DECIR -. Vio a Horner furioso. 

Sergio se fue del garaje molesto, no quería saber nada de Red Bull por ahora, quería estar solo, quería comprender que había hecho mal para que el que él consideraba como el amor de su vida fuera así, debían apoyarse, debían ser un equipo, ¿por qué Max no tenía esa manera de pensar?

Sentía que no tendría otro mal día que ese, que iluso, estaba frente a la gran tormenta que comenzaba a formarse.




¿Y después?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora