Era un idiota, ¿cómo Sergio pudo haber estado con el?, Mark lo pensaba una y otra vez, Sergio era diferente, Sergio no lo merecía, él era luz, una buena persona, ¿por qué Max?, una notificación de su celular, lo hizo salir de sus pensamientos.
"Hey, hice reservación hoy a las 8, te paso la ubicación", se leía en aquel mensaje que hizo sonreír a Mark.
Hay Sergio, no sé qué estás haciéndome -. Soltó un suspiro.
"Ahí estaré, puntual", contesto casi al instante.
Sergio se veía al espejo, quería dar una buena impresión, pensaba de mil maneras como agradecerle aquel favor a Mark, veía miles y miles de oportunidades, después de todo, era el hijo del dueño de la escudería donde trabajaba, era la única persona que estaba apostando por él, no debía, no podía fallar.
Mark compraba unas flores, debían ser preciosas, Sergio lo merecía, quería hacer que Sergio olvidara a Max, debía ser feliz.
Ambos hombres llegaron casi al mismo tiempo, ambos se acercaron a la puerta y al verse rieron.
El plan era que yo llegara antes -. Río Sergio.
No lo sabía, si quieres me regreso -. Mark sonrió y contemplo la sonrisa de Sergio.
Sergio noto que Mark lo veía embobado, causando un ligero sonrojo en él.
¿Y las flores? -. Apunto a ellas sonriendo.
Oh, cierto, son para ti -. Le extendió el ramo nervioso. - Las elegí personalmente.
Mark -. Tomó el ramo. - Son preciosas, muchas gracias -. Sergio especialmente no era fan de los tulipanes, pero, estas, le encantaron, no sabe si, color o la persona que se las regalo hicieron la diferencia.
Es un poco de lo mucho que mereces -. Titubeo un poco.
¿Pasamos? -. Preguntó Sergio con cierto sonrojo.
Ah, claro, por favor -. Abrió la puerta haciéndose a un lado para que Sergio entrara.
Una vez en su mesa, Sergio y Mark comenzaron a hablar de todo, era como si fueran almas gemelas, tenían tantos temas de conversación, tantas risas que compartir, Sergio nunca hubiera pensado que Mark fuera tan divertido, se sentía en paz, Mark le transmitía esa paz que nunca había sentido, había pasado por múltiples relaciones "fallidas", quizá Hamilton tenía razón, el daba tanto y recibía tan poco.
Sergio -. Hablo Mark, captando la atención del mencionado. - Tengo que preguntarte algo -.
Dime Mark -. Dejo de lado la copa de vino y lo vio atento.
Tu y Max, tuvieron, ¿algo? -. Lo ve.
Sergio trago saliva, era una pregunta que no se esperaba, no viniendo de Mark.
¿A qué viene la pregunta? -. Lo ve algo nervioso.
Lo siento Sergio, no quería incomodarte, es solo que, bueno, el accidente de Max no fue un -. Hizo una pausa. - Accidente -. Rasco su cabeza nerviosa.
¿Fuiste tú? -. Sergio sonrió divertido.
Algo así, bueno, el, solo no quiero incomodarte -. Toma su mano. - Espero que no te moleste más.
Sergio también toma la mano de Mark.
Si, teníamos una, si se le puede llamar relación -. Lo ve a los ojos, los ojos más bonitos que había visto no eran azules como los de Max, pero, eran preciosos. - Todo termino, quiero contarte los detalles, pero, no hoy, no quiero que nos amarguemos la noche por él.
Mark asiente, no quería incomodarlo, no quería hacerlo sentir mal, quería hacerlo olvidar, continuaron cenando, la cena transcurrió como lo hacía anteriormente, al terminar su velada, ambos salieron.
¿Cómo te vas a ir?, ¿traes auto? -. Sergio negó, punto para Mark. - Excelente, permíteme llevarte a tu hotel, ya que no me permitiste pagar la cena.
No lo iba a permitir, yo te invité, bonito me voy a ver dejando que tú me pagues la cena -. Dijo en su lengua natal, haciendo que Mark ladeara un poco la cabeza, si bien captaba el español, no sabía a lo que se refería.
Después de mucho convencimiento, Mark y Sergio iban en el auto, ambos cantando Kings & Queens a todo pulmón.
If all of the kings had their queens on the throne -. Cantó Sergio.
We would pop champagne and raise a toast -. Continuó Mark.
To all of the queens who are fighting alone -. Volvió a cantar Sergio.
Baby, you're not dancing on your own -. Cantaron al unisonó.
Al llegar, Mark bajó del auto, camino al lado del copiloto y le abrió la puerta.
Gracias Mark, gracias por hacer esta noche inolvidable, gracias por no juzgarme y, gracias por permitirme seguir en Red Bull -. Sergio lo abrazó fuerte, siendo correspondido.
Gracias a ti, me motivas a incluirme más en las carreras, quiero entenderlas, entenderte, entender tu pasión que, lo más probable es que sea la mía pronto -. Al escuchar Sergio sonrió, tomó las flores del asiento.
Espero que sea así -. Sergio sonrió. - Buenas noches, Mark, por favor, avísame cuando llegues a donde te estes quedando -. Mark asintió.
Sergio camino a la entrada del hotel, realmente lo pasó bien, Mark era increíble, por su parte Mark lo veía alejarse, tenía un buen presentimiento, deseaba poder decir que estaba saliendo con Sergio, él no debía ser secreto de nadie, debía ser amado plenamente y el, quería hacerlo.
ESTÁS LEYENDO
¿Y después?
Fanfic¿Podría nacer un amor en donde todo pronóstico indica que no? Una pequeña esperanza se asoma en el corazón de Mark, la gente dice que él lo puede tener todo solo por ser el hijo del dueño de la escudería austriaca, pero, no tenía lo más importante p...