VIII

993 156 26
                                        

Hacía un año de lo ocurrido en el Gran Premio de México, Sergio respiraba aire mexicano, su hogar, su carrera en casa había llegado, se sentía nervioso, pensaba una y otra vez en lo ocurrido la última vez, no quería que se repitiera.

Heeeeey pecas -. Mark lo abrazó por atrás.

Markie -. Sonrío Sergio abrazándolo. - Creí que no ibas a venir, dijiste que los negocios no te lo permitirían -. 

Bueno, ya ves que sí, adelante todos mis pendientes para venir a verte, me encanta verte subir al podio y, no me lo podía perder, esta carrera es especial, tu carrera en casa -.  Acaricio su mejilla. - Ten te traje un pequeño detalle -. De la nada apareció Alice con un ramo precioso de gerberas.

Mark las tomó, le agradeció a Alice y se las entrego.

Cuando venía de camino al circuito las vi y pensé en ti, las vendía un hombre en un crucero o algo así -. Sonrío.

Markie, no te hubieras preocupado, son preciosas, pero, esta vez yo también te traje algo -. Sonrío y de su mochila saco una botella. - Es tequila, de mi tierra, la botella de edición especial -. Sonrío y se la entrego.

Sergio, es, preciosa -. Acaricio los relieves de la botella con cariño. - Gracias Checo, lo atesoro como no tienes idea -. Lo abrazo fuertemente. - Anda, ve, te esperan en el garaje, sea cual sea el resultado, esta noche te invito a cenar -. Acaricio su mejilla, Sergio asintió sonrojado y camino al garaje con sus mecánicos.

Que bien se sentía ganar en México, el sabor de la champange en su boca lo hacía aún mejor, compartía podio con Hamilton y Max, siendo él el número 1, iba empatado con este último en el campeonato de pilotos, realmente la batalla en Red Bull había llegado muy lejos, los resultados de Checo eran sorprendentes, más de uno se habían llevado una sorpresa. Sergio no tenía muchos aliados en Red Bull, realmente los podía contar con la mano, Mark y Alice, no podía pedir mejores personas para acompañarlo.

Cuando bajo del podio, lo esperaba Mark, quien lo abrazo con fuerza, se estaba acostumbrando a ser ¿amado?

Checo fue increíble -. Sonrío.

Vamos Mark, no fue para tanto -. Seguía aferrado a su pecho, Mark olía tan bien, no quería alejarse de el.

Había tomado tanto cariño en Mark, al inició, le aceptaba las salidas a cenar, a pasear por compromiso, se sentía en deuda, pero, todo eso había cambiado, algo había cambiado en él, dejó de llorar por Max en las noches, se desvelaba hablando con Mark, su corazón estaba sanando al lado de él. Estaban tan inmersos en sus pensamientos que no notaron cuando Max llegó.

Un aplauso para los novios, los amantes o lo que tengan, se ven ridículos -. Dijo Max rodeando los hombros de Sergio con su brazo. - Dime Sergio, ¿ya te acostaste con él? -. Reía.

Mark jaló a Sergio a él, poniéndolo atrás.

Te dije que lo dejaras en paz -. Respiro Mark enojado.

Vamos chicos, confiesen, ¿quién es el pasivo? -. Río. - Si los roles son los mismos, Sergio es la puta que pide por más verga -. 

Mark le dio un puñetazo, más fuerte que la última vez, haciéndolo caer.

Markie, basta -. Sergio se puso frente a él, poniendo una mano en su pecho. - No vale la pena.

ESCUCHAME BIEN -. Grito Mark, volviendo a poner a Sergio detrás de él, siendo jalado por este. - NO TE LO VOY A REPETIR, ALEJATE DE SERGIO, NO ESTA SOLO.

¿Y QUE VAS A HACER? -. Grito Max levantándose.

Despedirte -. Dijo una tercera voz uniéndose a la conversación, dejando a los tres hombres perplejos.

Papá -. Dijo Mark nervioso.

Dietrich -. Dijo Sergio ocultándose un poco en Mark aún.

¿Y después?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora