IX

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No esperaba que vinieras -. Dijo Mark acercándose para abrazarlo.

Ni yo, pero acabé mis pendientes a tiempo, me dijo Susan (asistente de Mark), que estarías una semana aquí en México, así que vine a pasar unos días contigo para conocerlo juntos -. Correspondió al abrazo.

Sería un honor para mí enseñarles México -. Intervino Sergio.

Sergio -. Lo abrazó Dietrich. - Siempre es un gusto verte, que mejor guía que tu -.

Lo mismo digo Didi -. Correspondió Sergio, viendo a Mark quien le guiñó el ojo.

Debo hablar con Horner y Marko, iremos a cenar, mañana los veo en el restaurante del hotel, para planear a donde iremos, no se desvelen mucho -. Vio a Mark con complicidad y camino alejándose de ellos.

Cuando la tarde llego, Mark toco la puerta de la habitación 11 del piso 11.

Mark, ¿qué haces aquí?, pensé que nos veríamos en el restaurante más tarde -. Acomodo Sergio su camisa.

Antes, quiero llevarte a un lugar -. Sonrió.

Adelante, deja tomar mi cartera para irnos -. Se hizo a un lado para que entrara.

Después de un largo rato de camino, llegaron al parque La Mexicana.

Siempre había querido venir aquí -. Bajó Sergio apoyado del brazo de Mark.

Lo sé, la semana pasada me lo dijiste, así que, planee conocerlo contigo -. Sonríe y ambos caminan.

Después de la larga caminata, se sentaron en una banca cercana.

Mark, quiero contarte sobre la relación que tuve con Max -. Mark tragó saliva, no se sentía preparado para escuchar lo asqueroso que podría llegar a haber sido Max con él.

Sergio, si tu aún -. Sergio tomo sus manos.

Quiero hacerlo, quiero ser sincero contigo, sé todo de ti, y, quiero que tú también sepas todo de mi -. Mark asintió tomando sus manos.

Y así, fue como la tarde transcurrió, solo ellos dos, sincerándose, entregándose sentimentalmente cada vez más, cuando Sergio derramaba alguna lagrima, Mark lo abrazaba, Sergio buscaba consuelo en él.

Lamento mucho escuchar que Max no te trataba bien -. Mark acariciaba su cabello.

Lo consentí, realmente, me enamoré de él, dejé que me robara el brillo -. Seco sus lágrimas. - Todo el mundo me lo decía y yo simplemente no lo quería escuchar -.

Sergio, ahora, ¿estás enamorado de alguien? -. Pregunto Mark viéndolo.

Sergio hizo una pausa, ¿estaba enamorado Mark de él?, ¿Mark comenzaba a sentir algo por él, así como Sergio lo estaba sintiendo?

Creo que si -. Lo ve.

Mark ingenuamente trago saliva.

Asegúrate que él no sea igual que Max -. Acaricio su mejilla. - Vales mucho, y, no permitiría que te hicieran daño otra vez.

Cuando la noche acabo Mark y Sergio llegaron a la habitación.

Agradezco que no me juzgaras -. Lo abrazó Sergio.

Nunca lo haría -. Correspondió Mark.

Debes descansar, ambos debemos, mañana debemos desayunar con tu padre -. Acaricio su mejilla.

Mark asintió.

Se que, tal vez no sea correcto hacer esto, quizá no estes disponible sentimentalmente y, quizá pierda tu amistad por esto -. Mark se acercó a Sergio, tomó frágilmente su cintura y junto sus labios en un tierno beso que expresaba todo lo que el otro sentía, esperaba algún rechazo por parte de Sergio, pero, eso no paso, Sergio rodeo su cuello con sus brazos uniendo sus almas, la falta de aire se hizo presente, se separaron debido a eso.

Lo siento Sergio -. Mark lucía apenado, no quería perder a Sergio.

Sergio lo jalo nuevamente, volviendo a besarse, se recargó en el marco de la puerta, Mark le pego a él, ambos se aferraban el uno al otro, era el inicio a algo nuevo, un paso a su futuro, aunque era incierto aún, ambos querían que el otro estuviera ahí.

¿Y después?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora