Mis días en Milán habían llegado a su fin, la ida al aeropuerto no era nada parecida a como lo fue en un comienzo, Felix iba callado, sus ojos grises solo estaban concentrados en la carretera, había hablado muy poco desde la mañana, había estado conviviendo diez días con él y tenía que regresar a cumplir con mis obligaciones en la empresa, pero me dolía dejar a Felix atrás, el vivía solo y era alguien que sufría con la soledad, razón por la que no me gustaba irme y que el me viera partir.
Felix suspiró cuando se estacionó en el aeropuerto, me miró y sentí que sus ojos me suplicaban qué no me fuera y si supiera que no dejaba el imperio de mi padre a la deriva, hubiera aceptado sin dudarlo, las últimas ocasiones me eh preguntado si Felix sabrá el poder que tiene sobre mi, que al ver sus ojos siento que puedo hacer cualquier cosa que me pida y eso en algún punto me ah estado aterrando, porque ya pasé por eso una vez; sin embargo se que con él no es lo mismo.
- Supongo que es hora - su voz saliendo en un susurro pesado que me apretó el corazón
Asentí, porque no sabía si era capaz de hablar y no decirle que cumpliré todos sus deseos, porque verlo tan frágil era una tortura para mi alma.
-¿Entrarás o te quedarás hasta aquí? -
El lo pensó y vi la duda atravesar por sus cristalinos ojos, asentí sabiendo que el tampoco podía moverse de él asiento, sinceramente ni yo quería, había tanto que me estaba confundiendo y no entendía en que punto fue que la farsa cobró vida en algo real.
- Creo que hasta aquí es mejor, pueden haber reporteros y no quiero hablar con nadie - me evitó la mirada y me dolió el corazón
- OK, te hablaré pronto, cuidate mucho -
Lo abracé, su cuerpo en mi brazos me daba la seguridad de que algún día el sentiría lo mismo por mi; aunque solo estuviera en mis pensamientos, respiré su fragancia y la retuve en mi sistema, grabandola en mi memoria para llevarla conmigo.
Salí del auto y miré hacia atrás con el bolso colgando de mi hombro, Felix parecía un ciervo perdido, ahí; viendome a través del cristal con mirada empañada, suspiré y me dije que sería demasiado estúpido si le confesaba mis sentimientos ahora mismo, nada sería igual, el me odiaría y yo quedaría con el corazón roto de nuevo; era mi mantra, miré hacia atrás una última vez y al ver que el rodaba una lágrima ; no lo pude evitar y corrí hacia atrás nuevamente.
Abrí la puerta del piloto y lo abracé con fuerza, Felix se aferró a mi como si yo fuese el salvavidas que lo salvaría de en medio del mar y quizás así nos sentíamos ambos, tomé su rostro entre mis manos, sus ojos grises empañados por las lágrimas también dejaban ver lo que el quería en este momento; bésame, pensamos ambos, y uní nuestro deseo en un baile de corazones eufóricos y labios deseosos. Moví mis labios con delicadeza dominando el beso, Felix me siguió gustoso como si estuviera sediento de beber mis besos, sonreí entremedio porque no sabía que ambos estábamos tan ansiosos por el otro, me separé cuando nuestros pulmones ardieron en busca de aire.
Felix me miró y yo lo miré y esperé transmitir todo con la mirada, Soy tuyo, dije con claridad, Felix sonrió entendiendo el mensaje y me abrazó refugiandose del frío aire de Milán, aún cuando ambos no lo estábamos sintiendo por el fuego de nuestro amor.
- Quiero estar contigo, Felix -
El se estremeció entre mis brazos y no supe si fue por algo bueno o malo, no habló, solo me abrazó con más fuerza y hundió su nariz en mi cuello.
- Tengo miedo, Changbin - su declaración me hizo temer y estaba a punto de preguntar pero el me apretó no permitiendo que me moviese - Tengo miedo, pero voy a darme la oportunidad de amarte, de amarnos, hazme saber que el amor no está perdido para mí, Changbin -
- Soy tuyo, Felix, desde hoy y desde antes, desde que te vi supe que iba a ser tuyo, te demostraré lo que es amar sin medidas, pero, amor - ante el pero el se separó y me miró preocupado - prométeme que te cuidarás mucho hasta que esté contigo nuevamente ¿si? -
- ¿No puedes quedarte? - el susurro lastimero y su mirada baja me rompieron el corazón
- Lo deseo, pero debo volver, tu vas a regresar ¿cierto? -
Asintió despacio y su cabello negro se movió en balanceo hacia sus ojos, sonreí porque se veía precioso y ahora podía permitirme decírselo sin miedo a que se fuera.
- Estás precioso- el sonrió cuando lo dije y dejó un beso en mi mejilla
- Iré por ti, Seo Changbin; y ya no podrás escapar de mi lado -
- Suerte para ti que no planeaba hacerlo -
Sonrió y volvimos a besarnos, los segundos se sintieron eternos y al separarnos fue que supe que había cambiado nuestro entorno. Porque así fue que ambos nos tatuamos en el alma del contrario.
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Because that's how it was
FanfictionFelix conoció al amor de su vida y luego lo perdió, volvió a iniciar de cero, dejando atrás el pasado y cambiando su vida por completo, no volvió a enamorarse y sin embargo, aún cuando el tiempo pasó, el siguió enamorado de la misma persona. Pero ¿q...