Capítulo 46

37 6 0
                                    

Noveno mes

Estaba dormido cuando un fuerte dolor llegó a mi, me senté rápido y miré entre asombrado y horrorizado mis piernas, había roto fuente y eso significaba que iba a dar a luz.

- ¡Mamá! - grité lo más alto que pude

Mi madre estuvo tan rápido en la habitación que fue sorprendente, su cabello despeinado, en bata de dormir y sus ojos buscando alrededor de la habitación.

- ¿Que sucede Lix? -

Se acercó rápido a mi y solté un par de lágrimas ante la nueva ola de dolor, mamá me miró espantada y entre la neblina de mi dolor escuché que mencionó el hospital, a mi padre y a Minho.

Sentí que unos brazos fuertes me levantaron y luego fui puesto en al auto, entre mis lágrimas miré el rostro preocupado de Minho y la manera suave en que acariciaba mis manos, pero yo lo quería a él, no a mi hermano, sin embargo él no estaba desde hace mucho.

- Tranquilo Lix, llegaremos rápido y Jiang nacerá pronto - prometió

- Rápido - fue todo lo que pude pronunciar

En un abrir y cerrar de ojos, ya estaba con la doctora Jung, quien me dedicó una sonrisa comprensiva y entre dos enfermeros me pasaron a una camilla, ella se quedó viendo a mi familia y luego a mi nuevamente, antes de soltar la pregunta que no quería que llegara.

- ¿Quien estará presente en el parto? -

Mamá fue al fin que se percató que el otro padre de Jiang faltaba en la habitación, me miró dudosa y esquive su mirada, Minho comprendió todo y dio un paso al frente.

- Yo iré, soy su hermano -

La doctora me miró para tener mi confirmación y asentí despacio, se llevaron a Min para cambiarlo y a mi a prepararme, mamá me miró todo el tiempo, buscando en mí, respuestas que no sabía como darle.

Todo fue tan rápido y a la vez tan lento, fui dejado en una camilla nueva, que tenía dos piezas de metal donde debía poner mis pies, la doctora Jung me revisó y avisó que ya estaba listo para iniciar a pujar, vi entrar a Minho y extendí mi mano, esperando que me sostuviese como cuando éramos niños y yo me aferraba a él cuando tenía miedo.

-Bien Felix, esta princesa ya quiere nacer, así que vamos a hacer esto rápido -

Ella me guió cada vez que necesitaba pujar y yo ponía mi mayor esfuerzo, lágrimas de dolor e impotencia bajaban por mi rostro, me sentía incapaz y a la vez tan inútil, inútil de ni siquiera poder dar a luz a mi niña, la princesa de mi vida.

- No puedo, Minho- sollozé con temor cuando en otra contracción no pudo nacer

Minho me miró preocupado y limpió el sudor de mi frente, sin soltar la mano que sostenía con fuerza.

- Tu puedes, mi pequeño querubín guerrero, tu puedes hacer todo lo que te propongas -

- Ya veo su cabeza, Felix, falta poco -

Otra contracción y me empeñé en ser fuerte, en ser valiente, en traer a la vida a la persona por la que lucharía siempre, me aferré a la mano de Minho y sentí un alivio inmenso cuando un llanto desconsolado se escuchó en la habitación, seguido de las risas felices de Minho y la enfermera.

No sentí mucho después de eso, cuando volví a ser consciente ya estaba en una camilla, aseado y con una bata nueva, un suero conectado a mi mano y a Minho durmiendo al lado de mi camilla.

Tosí por la sequedad en mi garganta y él despertó asustado, me miró entre aliviado y preocupado y rápido me pasó un vaso de agua.

-Gracias - agradecí sincero

Because that's how it wasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora