Capítulo 33

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2 meses después

Esperé con las ansias corriendo sobre mi pecho, hoy al fin vería a Felix luego de tanto tiempo separados, ambos habíamos mandado textos y llamado cada noche, pero ninguno habíamos podido volar y al fin estar en los brazos del otro; no hasta ahora, Felix al fin había renunciado a su trabajo y pese a que Ian se negó al principio al final lo dejó ir.

Yo estaba contento porque el estaba aquí de regreso, lo había extrañado tanto y mi corazón latía como loco al pensar que al fin estaría a su lado, sus padres no sabían de su regreso y es que Felix dijo que quería verme a mi antes de su familia, que quería contarme algo importante y los nervios combatían mi cuerpo con locura.

Lo vi salir y sonreí agitando mi mano para que me mirase, el sonrió y se veía hermoso envuelto en un traje deportivo blanco que acentuaba el negro de su cabello. Cuando estuvimos frente a frente nos abrazamos con anhelo, ambos nos habiamos extrañado tanto y este encuentro era una cura en el alma del otro, nos separamos solo para fundirnos en un beso que nos arrebató el aliento, Felix sonrió entre el beso y aproveché de apretarlo más junto a mí.

- Te extrañé - dijimos al mismo tiempo y reímos por la coincidencia

- Estás precioso Lix-

Y no mentía, su piel lucía brillante y sus ojos grises tenían un brillo que me dejaba embobado, su cabello lacio se estaba empezando a hacer en unas pequeñas hondas y sus labios lucían más rosas qué de costumbre, todo un sueño del que no quería despertar.

- ¿Vamos? - preguntó tímido ante mi halago

Asentí y besé su mejilla para tomar su mano, agarré una de sus maletas y juntos empezamos a caminar hacia el estacionamiento, cuando salimos de la sala privada miles de flases fueron dirigidos contra nosotros, Felix arrugó su naricita y yo coloqué un par de lentes de sol sobre sus ojos, me agradeció con una sonrisa y fui ligero a la hora de esquivar a los reporteros qué se avalanzaban con miles de preguntas ante nosotros.

Salimos al fin y Felix suspiró de alivio, al subir al coche le besé el dorso de su mano viendo como temblaba levemente, me preocupé y encendí el aire acondicionado para arrancar en busca que se tranquilizara.

-¿Todo bien cariño? - pregunté con temor, el asintió pero su color pálido no me dio buena espina - Podemos detenernos y tomar aire, Lix-

- No, no Bin, solo es un mareo, ya va a pasar - levantó las gafas llevándose su flequillo con ellas

- Está bien, ¿que tal el viaje? - pregunté para distraerlo

- Todo bien, en realidad dormí todo el viaje, tengo hambre ¿podemos pedir comida en tu casa? -

- Si, me parece perfecto, por suerte estaremos solos, Jisung está en lo de mis padres mientras aún están en Corea -

El asintió y yo di vuelta en una esquina, ya casi llegábamos a mi casa y sentí que Felix estaba nervioso, aunque no sabía porque, su pierna se movía de arriba a abajo y mordía su labio cada tanto, lo miré dudoso y aparqué en mi estacionamiento.

- ¿Todo bien amor? -

- Si, solo.... No importa, después de comer te lo diré -

Quise insistir pero el salió del auto, me quedé viendo su silueta qué desapareció dentro del edificio y suspiré esperando que no fuera nada malo.

Because that's how it wasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora