Llegué a Milán y el silencio que encontré en mi casa me causó escalofríos, no tenía a nadie aquí y nadie me tenía a mi, era solo yo y mi soledad, en estos momentos empecé a extrañar a Changbin, ya que él había estado conmigo siempre los quince días que estuve en Corea.
Suspiré y encendí cada luz que encontré en el camino, en el pasillo estaba toda la correspondencia almacenada de los últimos días, varias revistas con la cara de Changbin y mía en primer plano; ahora que lo veía de nuevo, el artículo no me daba dolor de cabeza, me causó gracia lo colocados qué nos veíamos ambos y las sonrisas brillantes qué habían en nuestros rostros.
Dejé la revista de lado y me fui directo a mi habitación, caí como peso muerto en mi cama y suspiré rendido, ¿qué haría ahora? La idea de trabajar para mi jefe, Ian Mcgreiar, ya no era tan entusiasmante, pero tampoco lo era la idea de volver a Corea y dirigir Holius Group, en estos momentos necesitaba a alguien que me diera un consejo, pero Seungmin había estado evitandome los últimos días y no tenía a nadie más con quien hablar, eso me causó tristeza.
Como si lo anticipara, Changbin llamó a mi teléfono justo a tiempo, le contesté su video llamada, en Corea ya era de noche y el traía puesta una pijama azul marino con botones blancos, su cabello negro revuelto y los ojos hinchados.
- Luces cansado- dije nada más, poniéndome de costado para verlo mejor
- Lo estoy, pero quería saludarte y ver como llegaste a Milán - su sonrisa me calentó el corazón y el olvidé mi soledad por un momento, no sabía como había logrado sobrevivir sin Changbin
- Agotado - suspiré y cerré los ojos un momento, el solo saber que el me veía y escuchaba me daba tranquilidad - ¿Puedes tener la llamada hasta que me duerma? No quiero estar solo-
Si mi petición lo dejó sorprendido, no lo demostró, solo sonrió y asintió, se puso de la misma forma en la que yo estaba y solo nos quedamos viendo, zafiro y gris danzando en un baile perfecto.
(.........)
A la mañana siguiente, me percaté que la llamada había permanecido por tres horas, sonreí porque supuse que Changbin también me había extraño igual que yo.
Me preparé para ir a la oficina de Ian, estaba claro lo que haría, solo le explicaría que haría nada más las prendas de la semana de la moda y luego abandonaría su equipo, ya no tenía fuerzas para continuar en Milán, quizás debería de volver con mamá, ahora ella estaba sola después de que mi padre y Violet, la madre de Minho, se marcharán juntos a una isla qué olvidé el nombre.
- Mi estrella - Ian bajó sus lentes cuando me vio llegar a su oficina - Al fin ozas de brindarme la dicha de verte -
Sonreí y negué, el usaba un vocabulario tan raro a pesar de que el coreano no era su lengua natal, pero el había dicho que me quería hacer sentir cómodo, pese a que le dije que él coreano tampoco era la mía si no el inglés, como sea el no me había escuchado, solo había tomado clases de Hangul y ahora lo usaba todo el tiempo, siendo que excusa que me quería hacer sentir en casa.
- Hola Ian- me envolvió en un abrazo y sornei en el abrazo
- Regresaste más bello cariño, cuéntame ¿que tal todo? -
Me miró interesado, pero era solo una fachada, lo que en realidad el quería preguntar era que en qué momento yo me pondría manos a la obra, a Ian no le importaba mi vida ni a mi la suya, solo estaba interesado en obtener la máxima cantidad de prendas de moda posibles.
- Bien - sonreí y tomé asiento frente a él, su cabeza calva brillaba bajo la luz de los focos y me dio risa, más lo disimule perfectamente - Todo fue de maravilla y estoy listo para empezar los diseños - el sonrió e iba a hablar pero lod estuve enseguida - Pero serán los últimos, Ian, Lee Felix se retirará un tiempo de las pasarelas -
Sus ojos almendra se abrieron comicamente, sabía que para Ian esto sería complicado, dado que yo era uno de sus diseñadores con mejores diseños y que por lo tanto uno de los que hacía las prendas más vendidad y en tendencia, el negó pasmado y carraspeo antes de hablar.
-¿Estás seguro de eso Felix? Recuerda que eres uno de mis chicos estrellas, tu partida será un gran vacío - hizo una mueca de tristeza aunque yo supiera qué solo lo decía por el vacío monetario que esto le traería
- Estoy seguro, eh estado trabajando para ti durante cuatro años, creo que es hora de que yo tomé mi propio camino-
La aceptación cruzó por su mirada y asintió lentamente dándose por vencido, me estrechó la mano dejándome confundido, lo miré esperando una respuesta.
- Será un placer tenerte de competencia, tus trabajos son maravillosos, Felix, sin duda brillarás en tu camino, ve y brilla como el sol que eres -
Me sonrió y yo le devolví la sonrisa, por primera vez sentía que lo Ian decía no era algo solo para quedar bien; la realización de eso me dejó un sabor agridulces, porque me tendría que separar de la única persona que confío en mí, pero también saldría ahí y lo haría sentir orgulloso.
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Because that's how it was
FanfictionFelix conoció al amor de su vida y luego lo perdió, volvió a iniciar de cero, dejando atrás el pasado y cambiando su vida por completo, no volvió a enamorarse y sin embargo, aún cuando el tiempo pasó, el siguió enamorado de la misma persona. Pero ¿q...