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CAPITULO 3


Cuando Oliver era pequeño el acostumbraba a perderse, siempre fue un niño distraído, caminaba y caminaba hasta alejarse lo mas posible de Jorge. Él se sentía igual en este momento recorriendo las calles de Barcelona, pero ya no tenia de quien alejarse.


No sabia donde ir, no tenía celular ni orientación alguna sobre donde caminar, el solo siguió el camino de asfalto junto a la calle. Tarde o temprano llego al centro de ese lugar que parecía una mini ciudad rustica, no tenía muchas luces entonces seguía prácticamente a oscuras, algo raro ya que eran las 8 o las 9, Oliver ya no sabía ni que hora era.


Se detuvo en una vidriera, por adentro era un lujar lujoso, alejado de lo rustico del lugar donde estaba, no quedaba casi nadie.


Una hora después el había salido de ese mismo restaurante, había gastado la mitad del dinero que había agarrado, había dejado 10 euros de propina por que le parecía muy barata la comida. Por el televisor del lugar había visto que eran la una de la mañana. Era tarde pero no quería regresar a la casa de su primo, recorrió un poco mas el lugar.


Siguió caminando por las calles, ahora si prácticamente a oscuras, ni las luces tenues de la ciudad podían alumbrar toda la noche.


Sin saber cuanto había caminado, vio una luz a lo lejos. Al acercarse vio un parque, no era tan grande pero se destacaba un laberinto en le medio.


Oliver se acerco a la entrada del laberinto de hojas, pero una luz parpadeante lo detuvo, a lo lejos vio al amigo de su primo, Joao, este lo apuntaba con el flash de su celular.


-Que haces aquí a esta hora?- Dijo el amigo de su primo mientras se acercaba.


-Estaba pasando el tiempo- Oliver se apoyo en el auto al igual que Joao- Perdí el sentido horario.


El portugués no le respondió, solo se quedo en silencio viendo a la entrada.


-Y... que haces acá vos?- Pregunto Oliver.


-Esperando a que termine una cita en el laberinto- Le respondió con un acento portugués.


-Claro... ¿me prestas tu celu?, solo unos segundos


-Sí- Joao saco su teléfono del bolsillo y se lo paso a Oliver- Te quedaste sin batería?


-No, no tengo.


-No tienes teléfono?- Joao se río entre dientes


-No- Oliver le sonrío mientras le escribía a su primo desde el celular de Joao-Una pregunta... ¿de casualidad no tendrás un encendedor?


-Creo que en el auto, en la guantera.


Oliver le agradeció y se metió en el auto a buscar, unos segundos después salió con el encendedor en mano.


-No sos un poco joven para fumar?- Le pregunto el portugués mientras Oliver prendía un cigarrillo.


-Tengo 19- Cada vez que mentía siempre decía la misma edad, 18 y 20 eran muy obvias.


-No me tienes que mentir a mi, tu primo me hablo sobre ti- Joao dijo con un tono mas serio.


-¿Y que te conto?- El argentino le pregunto de manera juguetona.


-Se que trabajas traficando en Argentina- Joao se dio vuelta y lo miro con una cara de decepción, la de Oliver cambio a enojo- Que fumas, que tomas y seguro te drogas.


-No me drogo imbécil!- Oliver le dijo de inmediato, el había perdido a mucha gente por esa adicción, se prometió a si mismo que nunca caería en eso- Y que mierda te importa lo que haga con mi vida- puso el cigarrillo entre sus labios.


-Nada, solo que me da pena ver a alguien tan joven ser tan estúpido como para hacer esas cosas- El portugués se paro erguido y miro al argentino a los ojos- Tu no sabes lo mal que le haces a tu primo, es mi mejor amigo y no voy a dejar que tus idioteces de Argentina le arruinen su futuro en el equipo..


Oliver no dijo nada, se quedo en silencio.


-Hijo de puta- Oliver dijo tras unos minutos, mientras se alejaba de Joao.


Mientras volvía a la calle, vio 2 personas salir del laberinto: Gavi y una chica de pelo negro, esta vio a Oliver mientras caminaba, ambos agarrados de la mano.

SIN PASADO - Joao Félix y Pablo Gavi x male ocDonde viven las historias. Descúbrelo ahora