Red [Carlos Sainz]

21.Suegro.

Jade🍃

—Y entonces Rebecca y yo estuvimos hablando ayer, pero la noté rara conmigo, ya la noté rara la semana pasada, ni siquiera prestaba atención a la carrera de Carlos.—Me encogi de hombros.

—Bueno, ¿Quizás dijiste algo que la molestó? ¿De Carlos quizás?—Lando se cruzó de brazos, frunciendo el ceño levemente.

—No, no dije nada malo, fui agradable con ella, es buena chica, por eso , ayer la vi rara por el paddock.—

—Pues no sé, pero no te comas demasiado la cabeza—

Miré de reojo a mí amigo, quizás él tenga razón, pero la cosa no es que me preocupe caerle bien a ella o no, si no que fue bastante raro y eso pica mi curiosidad.

—Por cierto, por ahí dicen que Carlos se peleó con ella y por eso ayer se fue del Paddock pronto, hoy no la vi tampoco por ningún lado—

—¿De veras?—Incliné un poco la cabeza para mirarle.

—Si, pero si quieres podemos pasarnos por Ferrari con la excusa de ver a Carlos y ahí vemos.—Lando me miró con una sonrisa maliciosa.

—¿Seguro que es buena idea?—

—Vamos Jade, siempre vas a la cafetería de Ferrari para ver a Carlos aunque sea de lejos, si por una vez vamos a verle de verdad no pasará nada.—

Sería mentira si dijese que mis mejillas no se sonrojaron al oírle, quizás Lando tenía razón, pero no iba a admitirlo delante de él.

—Eso no es cierto, es que los cafés de Ferrari son mejores que los que tenéis en McLaren , además , Charles a veces hasta me invita a desayunar—

—Oscar también te invita de vez en cuando, no te quejes—

—Pero tú no—Rodé mis ojos.

—Yo no, porque te acostumbras—Sonrió antes de soltar una pequeña risita.

Y como no, me contagió su risa, es imposible tratar de enfadarse con Lando, de una forma u otra, de forma consciente o inconsciente siempre te saca una sonrisa.

—Bueno, dejemos de hablar de que eres una mimada y vayamos a ver a tu hombre.

—No es mi hombre—Dije dándole un golpe en el brazo, pero aún así dejé que me agarrase de la muñeca y comenzara a arrastrarme por medio Paddock.

—Bueno, cierto, por ahora no, veremos en un tiempo—

Volvi a rodar mis ojos por la insistencia de mi amigo.

—Se te olvida el pequeño detalle de que está con Rebecca, no está ni soltero, ni está conmigo.—

—Eso es verdad, pero ya tendrás tu oportunidad, lo único que tienes que hacer es esperar y lanzarte a él cuando puedas, y listo.—

—Y de nuevo , se te olvida otro pequeño detalle Lando, Carlos no está enamorado de mi, no hay manera de que acabe con él, deja de fantasear sobre eso.—

Lando frunció el ceño y paró su caminata en seco, se puso delante de mi y soltó mi muñeca.

—Jade, recuérdame más tarde de llevarte al oculista, porque estás más ciega que un topo—

Le dirigí una mala mirada y ahora la que frunció el ceño fui yo.

—¿Yo?—

—No, yo—Dijo en un tono sarcástico mientras rodaba sus ojos.—Está claro que le gustas a Carlos, o él está aún en su etapa de negación o es un poco imbécil y sigue ciego como tú, si es que estais hecho el uno para el otro.—