Epílogo

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Elladora o mejor dicho Pansy se encontraba subiendo el expreso para dirigirse a Hogwarts. Mentiría si dijera que no esta emocionada, pero no lo demostraba, ella no quería ser tachada como lunática.

Con facilidad logró encontrar un vagón, ya que llegó muy temprano junto a sus padres.

Fermaportus — Susurró un hechizo para cerrar la puerta y evitar que entren a su vagón a molestar.—

Llegadas las once de la mañana el expreso partió, y después de unas horas llegó a su destino. Pansy se encontraba vestida con su uniforme sin el color de ninguna casa.

Se quedó esperando que los estudiantes salgan para ella poder salir cómodamente. Al salir pudo ver a Hagrid gritar:

—¡Primer año! ¡Los de primer año por aquí! —Gritaba.—Venid, seguidme… ¿Hay más de primer año? Mirad bien dónde pisáis. ¡Los de primer año, seguidme!

Resbalando y a tientas, siguieron a Hagrid por lo que parecía un
estrecho sendero.

—En un segundo, tendréis la primera visión de Hogwarts —exclamó Hagrid por encima del hombro—, justo al doblar esta curva.

Se produjo un fuerte ¡ooooooh!
El sendero estrecho se abría súbitamente al borde de un gran lago negro.En la punta de una alta montaña, al otro lado, con sus ventanas brillando bajo el cielo estrellado, había un impresionante castillo con muchas torres ytorrecillas.

Pansy miró el castillo emocionada.

—¡No más de cuatro por bote! —gritó Hagrid, señalando a una flota de botecitos alineados en el agua, al lado de la orilla.

—¿Todos habéis subido? —continuó Hagrid, que tenía un bote para él solo—. ¡Venga! ¡ADELANTE!

Y la pequeña flota de botes se movió al mismo tiempo, deslizándose por el lago, que era tan liso como el cristal. Todos estaban en silencio, contemplando el gran castillo que se elevaba sobre sus cabezas mientras se acercaban cada vez más al risco donde se erigía.

—¡Bajad las cabezas! —exclamó Hagrid, mientras los primeros botes alcanzaban el peñasco.

Todos agacharon la cabeza y los botecitos los llevaron a través de una cortina de hiedra, que escondía una ancha abertura
en la parte delantera del peñasco. Fueron por un túnel oscuro que parecía conducirlos justo por debajo del castillo, hasta que llegaron a una especie de muelle subterráneo, donde treparon por entre las rocas y los guijarros.

—¡Eh, tú, el de allí! ¿Es éste tu sapo? —dijo Hagrid, mientras vigilaba los botes y la gente que bajaba de ellos.

—¡Trevor! —gritó Neville, muy contento, extendiendo las manos.

Luego subieron por un pasadizo en la roca, detrás de la lámpara de Hagrid, saliendo finalmente a un césped suave y húmedo, a la sombra del castillo. Subieron por unos escalones de piedra y se reunieron ante la gran puerta
de roble.

Reencarné en Pansy Parkinson. -Harry Potter-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora