Reencarné en Pansy Parkinson. -Harry Potter-

Capítulo 31 //5⁰ año//

Sala de Menesteres

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—¡Es una desgraciada! —Pansy le susurró a Hermione cuando se cruzaron en el vestíbulo.— Nos tiene vigilada. Dudo que alguien se lo halla contado o nos daríamos cuenta.

—Eso espero. —Dijo Hermione sujetando bien su mochila.—Sería mejor separarnos antes de que nos vea alguien

—Sí. Hasta luego Hermione. Adiós Harry, Ron. —Se despidió de los tres, y se adelantó.—

Como Pansy supuso, la profesora Umbridge dió una nueva orden: no se pueden formar equipo, grupos y organizaciones sin su consentimiento. Solo tenía que esperar, sus planes están yendo bien. Tuvo que contarle a su padre sobre sus avances con los amigos Gryffindor, él se mostró orgulloso, y le escribió en una carta que debía esperar hasta la fiesta de navidad para recibir una nueva orden.

—Hola, Pansy... —Theo se sentó enfrente de Pansy, y Blaise se sentó cerca de él.—

—... ¿Qué quieres? —Dijo la chica de manera cortante.—

—Basta de ignorarnos... Es desesperante... ¿Quieres?—Hablo Blaise.—

—A mí no me cuentes historias... No tengo tiempo que perder... —Pansy empezó a servirse su desayuno, tratando de ignorar la presencia de los chicos.—

—Theo... Lo intentamos... Las chicas... Draco también... Dejémosla en paz... —Blaise le susurro en bajo a su amigo, aún así Pansy logró oírlos.—

—... —Se levantaron y se fueron a la otra punta.—

—Hipócritas... —Una lágrima se deslizó, pero la limpió rápidamente y cerró sus ojos para que no salgan más lágrimas.—

Pansy dejó de comer, pero no se levantó para no hacerle creer a su anterior grupo de amigos que se sintió mal por las palabras que le dijeron Theo y Blaise.

Cuando se acercó la hora de la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras, Pansy al fin se levantó y salió del Gran Comedor sintiendo una mirada fija en su nuca, pero lo ignoró, suficiente tenía con las clases de Umbridge como para preocuparse del dueño de esa mirada.

Pansy extrañaba a Viktor aunque le costaba admitirlo, se hizo cercana a él en verano, realmente disfrutó por primera vez una de sus vacaciones. Hacía semanas que Viktor no le respondía a sus cartas, Pansy se estaba preocupando, tenía miedo que el señor Oscuro se halla enterado de su relación con los Krum.

Decidida a visitarlos en vacaciones de Navidad, se dirigió a paso apresurado al aula de DCAO, no quería llegar tarde y ser regañada o castigada como le ocurrió a Harry y a Theodore hace unas semanas.

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Después de las clases de Defensa Contra las Artes Oscuras, Pansy tuvo que quedarse para pedirle el permiso para poder jugar Quiddich. La señora aceptó gustosa, después de todo, ella también es una maldita víbora.

Y otra vez, a paso apresurado Pansy se dirigió a su siguiente clase, Pociones, rezaba que aún no halla llegado el profesor, pero sus plegarias no fueron escuchadas.

—Señorita Parkinson, llega tarde. —Dijo el profesor Snape apenas Pansy cruzó el umbral de la puerta. Todos los estudiantes giraron a verla con confusión.—

—Disculpe, profesor Snape, no volverá a ocurrir. —Dijo Pansy agachando la cabeza.—

—Está bien pasa. No pasa nada, es la primera vez. —Dijo para continuar.—

—Como decía...  hoy tendremos una invitada. —Snape señalo un rincón donde de repente Umbridge apareció.— Hoy vamos a continuar con la solución fortificante. Encontraréis vuestras mezclas como las dejasteis en la última clase; si las preparasteis correctamente deberían haber madurado durante el fin de semana. Las instrucciones —Agitó su varita.— están en la pizarra. Ya podéis empezar.