Reencarné en Pansy Parkinson. -Harry Potter-

Capítulo 5 //2⁰ año//

De vuelta a Hogwarts

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A regañadientes Pansy se encontraba parada en Flourish y Blotts para comprar los libros de Gilderoy Lockhart, esa persona que Pansy considera un inútil y fraude. Ese mismo día Lockhart firmaba ejemplares de su autobiografía.

La chica cansada del alboroto provocado, decide subir a la planta de arriba, mientras su madre intentaba conseguir que el "gran mago" le firmase los libros que tenía.

—"Me encantaría ver la cara que pondrán todos sus fanáticos al enterarse que todo los escribió en sus libros son pura mentira." —Pensó Pansy sonriendo arrogante.—

Este curso Pansy se sentía afortunada, ya que su padre accedió a que ella pueda unirse al equipo de Quidditch de Slytherin, sin embargo la amenazó de que si no lograba seguir con su racha de aprobados, la quitaría del equipo. Y ella claramente prometió no bajar su racha, para poder jugar.

También estuvo todo este verano practicando volar en escoba y sus reflejos en caso le toque ser buscador. Además de practicar con la escoba, estuvo practicando Oclumancia, para evitar que le leyeran la mente.

Pudo aprender a proteger su mente gracias a su madre. Le hizo creer a su madre que solo lo hacía por querer saber más y aprender más. Aunque solo lo hacía para evitar que el viejo o Dimbledore le pueda leer la mente.

—¿A que te gusta, eh, Potter? —La voz de Malfoy sacó a Pansy del trance en él que estaba.— El famoso Harry Potter. Ni siquiera en una librería puedes dejar de ser el protagonista.

—¡Déjale en paz, él no lo ha buscado! —replicó la única hija de los Weasley.—

—¡Vaya, Potter, tienes novia! —dijo Malfoy arrastrando las palabras.—

—¡Ah, eres tú! ¿A que te sorprende ver aquí a Harry, eh? —Dijó Ron Weasley mirando con desdén a Malfoy.—

—No me sorprende tanto como verte a ti en una tienda, Weasley —replicó Malfoy—. Supongo que tus padres pasarán hambre durante un mes para pagarte esos libros.

Ron Weasley dejó los libros en el caldero y se fue hacia Malfoy, pero Potter y Granger lo agarraron de la chaqueta.

—¡Ron! —Dijo el señor Weasley, abriéndose camino a duras penas con los gemelos Weasley.— ¿Qué haces? Vamos afuera, que aquí no se puede estar.

—Vaya, vaya…, ¡si es el mismísimo Arthur Weasley! —Apareció el señor Malfoy.—

—Lucius —dijo el señor Weasley, saludándolo fríamente.—

—Mucho trabajo en el Ministerio, me han dicho —comentó el señor Malfoy—. Todas esas redadas… Supongo que al menos te pagarán las horas extras, ¿no?

Pansy observó como el señor Malfoy se acercó al caldero de Ginny Weasley y sacó de entre los libros nuevos de Lockhart un ejemplar muy viejo y estropeado de la Guía de transformación para principiantes

—Es evidente que no —rectificó—.
Querido amigo, ¿de qué sirve deshonrar el nombre de mago si ni siquiera te pagan bien por ello?

—Tenemos una idea diferente de qué es lo que deshonra el nombre de mago, Malfoy. —Contestó.—

—Es evidente —dijo Malfoy, mirando de reojo a los padres de
Granger, que lo miraban con aprensión.—, por las compañías quefrecuentas, Weasley… Creía que ya no podías caer más bajo.

El señor Weasley se había abalanceado sobre el señor Malfoy, y éste fue a dar de espaldas contra un estante, entonces muchos libros cayeron del estante.

—¡Caballeros, por favor, por favor! —Gritó un empleado.—

—¡Basta ya, caballeros, basta ya! —Gritó Hagrid.—

Pansy observó como el señor Malfoy le entregaba el libro de transformaciones, y además con otra libreta, que Pansy reconoció como el diario de Riddle.

—Toma, niña, ten tu libro, que tu padre no tiene nada mejor que darte. —Dijo el señor Malfoy antes de irse con su hijo.—

—No debería hacerle caso, Arthur —dijo Hagrid, ayudándolo a
levantarse del suelo y a ponerse bien la túnica—. En esa familia están podridos hasta las entrañas, lo sabe todo el mundo. Son una mala raza. Vamos, salgamos de aquí.

A decir verdad, a Pansy le encantó ver como el señor Weasley y Malfoy pelearon como dos muggles.

—¡Pansy! ¡Pansy! ¡Baja, tenemos que irnos! —La irritante voz de su madre la llamaba.—

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—Te lo vuelvo a repetir. Como tus calificaciones bajen, te quitaré del equipo. ¡Quieras o no! —La amenazó su padre, antes de que Pansy se subiera al tren.—

—"Menuda mierda." —Pensó Pansy mirando su nueva lechuza, Dasy.—

—¡Fermaportus! —Dijo Pansy para cerrar la puerta del compartimento en él que se encontraba.—

Las horas pasaron y al fin lograron llegar a Hogsmeade, de ahí tomaron camino hasta el castillo Hogwarts.

—¡Hola, Pansy! —Exclamó Greengrass.—

—Hola, Greengrass. —Saludó Pansy.—

—Te dije que me llamaras por mi nombre. —Le dijo haciendo una mueca de tristeza en la cara.— Mi hermana está entre los de primero. ¿Te lo comenté?

—Llevas recordándome esto desde que iniciaron las vacaciones, Gre- Daphne. —Daphne se alegró cuando escuchó que Pansy la llamaba por su nombre.—

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