11 - Abrazo

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—¿Y cómo te sentiste? — preguntó Jona al portero — sinceramente

Hubo un suspiro antes de responder a eso, si bien debía preocuparse por cosas más importantes no entendía porque no había dejado de pensar en Kevin desde que habían tenido ese cercano encuentro con selección.

—No lo sé

—¡Ay Ángel, vamos!

—Ahg, es que no sé qué sentí realmente, solo sé que no puedo sacármelo de la cabeza desde ese día por alguna razón y bueno andaba de garrapata a pesar de que tiene bastantes amigos

—Quizá fue una razón, pero oye la última vez que te empezaste a poner así fue cuando te diste cuenta que Alejandro era más que guapo para tu descripción — comentó entre risas el del piel morena

—Pero obviamente no va a estar pasando lo mismo acabamos de conocernos, yo acabo de terminar una relación, somos amigos nada más así que no

—Ay Angelito así empiezan, todo comienza por la negación, deberías empezar a superar y darte más oportunidades — el portero solo soltó una risa y negó ante ello, no podía tener gusto de su mejor amigo nuevamente — pero no te presiones por saber de que se trata, las cosas pasan tan repentinamente natural que tú mismo sabrás en el momento indicado que es lo que sucede, ahora hay que preocuparnos por otras cosas

—Si, gracias — una sonrisa se formó en el rostro de Ángel pues palabras como esas en momentos donde no tienes tus pensamientos claros son muy reconfortantes

—¿Tienes hambre? — hubo una respuesta de asentimiento por parte del portero, una vez esto sucedió se dirigieron al área de comidas de las instalaciones donde el mundo parecía quería seguir viendo a Ángel confundido

Kevin se encontraba ahí como de costumbre comiendo cualquier cosa que se le atravesara en el camino mientras fuera un tanto saludable, su voz era de las más distinguibles siendo parte de las más altas del lugar, sin olvidar mencionar su risa que le causaba una sonrisa inconsciente a Malagon.

—Te robo otro trozo — dijo Igor quien parecía ya estar en plena confianza con Kevin

—¡Allá hay más, deja de quitarme de mi comida!

—Solo es un poquito — volvió a hablar el de rizos entre varias pequeñas carcajadas mientras se dedicaba a robarle la comida a su compañero

—Osh

—Allá hay más — el mexicano miró al chileno con los ojos entrecerrados y precisamente fue a ello, a servir más de lo que se habían robado en su plato

—¿Cómo comes tanto Kevin? — preguntó con una leve sonrisa el michoacano que iba llegando a donde su amigo

—Depende que sea — soltó sin más el colimense mirando a su plato el cual seguía siendo llenado por más

—¡Ay Kevin! — burló el contrario por tal comentario que claro viéndolo desde otra forma de expresión había sido algo que bien podría malinterpretarse — ¿Depende que o depende quien?

—¡Oh pues! Vete a la verga, aunque bueno después de que me cuentes algo que me dejo en duda desde la otra vez

—¿Qué quieres que te cuente, chismoso? — una vez terminó de formularse esa pregunta las manos del lateral terminaron de servir dirigiendo una de ellas hacia el antebrazo de quien había cuestionado recientemente

—No es chisme

Una vez estuvieron en una de las mesas ambos se sentaron frente a frente, el silencio fue el primero entre el encuentro pues Kevin se dispuso a comer en primer lugar, después habló por fin.

Ninguno de los dos [Malakev]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora