13 - Amigos

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—¿Soy yo o hay algo entre esos dos? — cuestionó el chileno al mexicano mientras miraba por el espejo de su camioneta hacia atrás suyo la situación de Mala y Kev solos hablando.

—¿Qué dices wey? Son mejores amigos, deberías ver como se putean desde que se conocieron. — soltó un par de risas el mayor mientras miraba la misma escena — además a Kevin le gusta Diego más que cualquier otra persona y lo has escuchado.

—Lo sé, lo sé, pero nunca está de más no descartar la idea. — Igor siguió con aquella escena siendo vista por sus ojos claros, en algún momento había escuchado el típico "Ojo de loca nunca se equivoca" y probablemente este era su momento de demostrar en él, que era cierto.

—Créeme, algo así paso ya por aquí un par de veces y no terminó muy bien que digamos. — eso obviamente despertó el lado chismoso del de rizos.

—No me dejes a medias, cuenta anda.

—Lo más reciente fue Fida y Fede, eran mejores amigos desde que el Maguito llegó aquí al club hace un par de años, él se enamoró de Fede y bueno pasaron más cosas que ahora andan enojados.

—¿Le dijo?

—Después te cuento con más tiempo, tengo bastante sueño. — eso le dejó una intriga enorme al chileno viendo que era enserio lo que Layun decía pues bostezaba bastante y se acercaba a su auto — anda pues, nos vemos mañana.

—Está bien. — suspiró el contrario no tan convencido.

Al voltear nuevamente la mirada hacia los otros dos pudo ver como Kevin parecía estar totalmente disociado en sus pensamientos y Ángel se mantenía mirándolo como si de lo más bello en este mundo de tratarse lo que estaba a su lado, no se necesitaba ser más que observador para presentir algo en ellos dos.

Pero quizá sólo eran muy buenos amigos como Miguel decía, no había más.

Subió a su auto y se fue, dándonos regreso a los principales de esta historia.

Malagon se encontraba mirando hacia el techo de la sala de su casa mientras daba uno que otro suspiró al aire con unos cuantos pensamientos y sentimientos revueltos los unos con los otros, y es que enserio estaba confundido sobre lo que estaba sucediendo.

¿Cómo podía sentir algo así?

Sabia no estaba del todo bien desde que en aquel partido contra Atlas había sentido cierto cosquilleo conocido en su estómago al escuchar su nombre siendo presentado en el estadio y todos le gritaban.

—¡El número 5, Keeviiiin!

Verlo salir hacia la cancha con esa sonrisa tan linda lo había hecho sonreír también, no podía creer como tan solo su nombre lo había hecho sentir de tal manera, como su voz lo volvía loco, como su risa era lo que más le alegraba el día, enserio estaba muy mal todo pues sabía que gustaba de alguien y que para colmo ese alguien era nada más y nada menos que Diego Lainez.

Al menos pudo haber sido una modelo, pero alguien de selección, dios mío.

—Kev, Kev, Kev... — susurro para sí mismo mientras seguía mirando hacia el techo esperando que dicho mencionado saliera del baño — voy a terminar como Fidalgo.

—¿Qué Fida qué?

—Nada, que tal vez le marque después para platicar algo... ¿Ya despertaste?

—Ya, esa remojada en la cara si me sirvió, aunque probablemente no aguante mucho soy un pinche oso cuando se trata de esto. — un par de risas salieron antes de que Kevin se posicionará a un lado del portero.

Ninguno de los dos [Malakev]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora