CAPÍTULO 2 "EL CHICO LINDO"

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Llegó el día viernes, yo tenía grandes ansias porque amaneciera, ya quería ir a la Escuela 10 de Marzo, ahí estaría con Jesús, esté día estaba dispuesto a poder hablar mejor con él, nos encontramos en el liceo, para luego subir a la escuela 10 de marzo, subimos  hablando de las cosas del liceo, de nuestra profesora Edith, y algunas otras cosas más, cuando llegamos, nos dimos cuenta que el día sería muerto, las ponencias, ya se habían hecho el día anterior, no había casi nada que hacer, para quedar bien con jesús, le compré un dulce, un quesillo, sabía muy bien que a él le gustaba, y compré dos, uno para él y uno para mí, quería tener motivos para estar cerca de él, fuimos juntos a comprarlo, esto me sirvió para hablar un poco más con él, y saber un poco su gusto en dulces.

Pero el día transcurrió muy normal, él con su grupo, yo un tanto solo, a veces me acercaba a ellos, pero no tanto, no todos me caían bien, ese día pedimos permiso para irnos temprano, él, por qué tenía entrenamiento, y yo mentí diciendo que tenía ensayo de teatro, en gran parte no era mentira, si tenía ensayo, pero no tan temprano, solo mentí para poder irme con él, queria bajar caminando otra vez juntos y poder hablar. Cuando bajamos, hablamos sobre su deporte, sobre que yo practicaba teatro y algunas cosas que me gustaban, ya casi se iba, pero antes de que se fuera decidí pedirle su número de teléfono, quería tener más contacto con él.

—¿Me das tu número, para escribirte luego?— le pregunté.
—No me acuerdo de mi número, dame el tuyo— me dijo él, sacando su cuaderno para anotar mi teléfono, le dicté mi número y el lo anotó, para luego guardar su cuaderno en el bolso, luego nos despedimos y él siguió su camino y yo el mío.

En la noche, estando en mi casa acostado, recibí un mensaje —Agrega mi número soy Jesús— este mensaje venía del chico lindo, mensaje que me emocionó mucho, ya podía guardar su número,  era algo que quería hace mucho tiempo, yo solo le respondí —Está bien ya te guardo— pero luego no tuve ninguna respuesta de él, solo se había desconectado de WhatsApp, yo quería seguir hablando con él, quería decirle, <salgamos algún día> pero él solo desapareció.

Estuve esperando alguna respuesta de él esa noche, respuesta que nunca llegó. A la mañana siguiente me desperté temprano, en realidad muy temprano, antes de las 8am, decidí escribirle, ví que estaba en línea, —Buenos días— le escribí, pero apesar de que estaba en línea no me respondió, decidí enviarles un par de mensajes más, a los que me respondieron —Buenos días, Jesús está durmiendo— este mensaje venía de su mamá o su papá, yo pensaba que no le revisaban el teléfono, pero ahí me di cuenta que sí.

Yo esperaba que cuando jesús se despertará me enviará un mensaje, así podría hablar con él, pero no, eso no paso, no me escribió, ni respondió a mis mensajes. Ya siendo las 2:00 de la tarde, recibí un mensaje de él —que lo que— tipico saludo de los adolescentes, saludo que yo odiaba, nunca me ha gustado, lo veo muy malandro para mí gusto. —Hola ¿Cómo estás?— Respondí a su mensaje, quería saber cómo estaba, que había echo y otras cosas.

—Bien y ¿tú?, disculpa por no responder temprano, es que mi papá tenía su teléfono— me respondió jesús.
—Bien, pensaba que era tu teléfono— le respondí
—No, yo no tengo teléfono, es de mi papá, él me lo presta— me respondió Jesús. Yo completamente ilusionado pensando que era de él, y podria escribirle a toda hora y en todo momento, pero resulta que no. Decidí no responder a su mensaje.

¿Amor o Ilusión?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora