Capitulo 11

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               Una vez más, Lincoln agradecía lo mucho que Lily le ayudaba en la escuela, especialmente con todo eso relacionado a las matemáticas. De hecho, y con cierta sorpresa, Lincoln ha sido testigo de cómo Lily suele tener charlas bastante intensas sobre las clases con el profesor de matemáticas, quien parece tenerle mucho aprecio a la rubia por su vasto conocimiento en aquella materia. Con cierta vergüenza recordó que tuvo que confirmar aquello después de pensar que aquel hombre de mediana edad parecía coquetear con la pequeña rubia. Aquella fue una charla incomoda, bochornosa y al final del día muy ofensiva para aquel profesor quien con asco mencionó como Lily era de la misma edad que su hija e insinuarle que le coqueteaba a tan pequeña mujercita era completamente desagradable.

En cualquier caso, lo interesante era como Lily sabía tanto sobre matemáticas, pues parecía dominar ya con soltura la mayoría del temario de aquella escuela, pues nada la tomaba por sorpresa y todo le era fácil de resolver. Aquello era cierto para algunas otras áreas de estudio, pero en particular las matemáticas le parecían impresionantes, más que nada porque era donde Lincoln mas flaquezas tenia.

—Lily, tengo una pregunta.

—Soy toda oídos— comentó ella, rodeando el brazo del ahora mas peliblanco que castaño en un abrazo casual.

—¿Por qué eres tan buena en matemáticas?

—Soy una chica lista, Lincoln. Una pequeña genio diría yo.

—No lo dudo, en verdad que no. Es bastante entretenido escuchar como tú y el profesor Hamilton hablan de vez en cuando sobre cosas avanzadas de matemáticas.

—Si, yo recuerdo tu cara de confusión cuando hacemos eso. En verdad entiendes muy poco de matemáticas, ¿verdad?

—Estoy bastante seguro de que mi nivel es apropiado, pude verlo en los resultados de las últimas pruebas escolares. Aunque es por poco, estoy por encima del promedio en esa área según la base de datos del edificio B. En parte es gracias a ti, por cierto. Pero tú, por otro lado, estas muy por encima del promedio.

—Lo sé. Te lo dije, Lincoln, soy una chica lista. Además la mayor parte de mis estudios estuvieron a cargo de mi hermana mayor, y con lo estricta que es supongo que es normal que tenga buenas notas.

—Ya veo. Tiene algo de sentido.

—No le digas nada al señor Hamilton, pero yo de hecho estoy certificada con el examen AP, así que técnicamente estoy graduada de los estudios de matemáticas que se ven en la universidad.

—¿En serio? Eso es genial, parece que es verdad lo que decías. ¿Hace cuanto que hiciste ese examen?

—Poco más de dos años.

—Si tienes ese examen, ¿Por qué sigues tomando las clases del profesor Hamilton?

—Pues, porque son parte de la retícula.

—Pero podrías hablar con los del edificio A para que revisen eso, ¿no es así? Si estas acreditada podrían quitarte las clases de matemáticas y podrías concentrarte en otras cosas, o tener más tiempo para ti.

—Estoy bien así, no me interesa tener más tiempo, y es buena idea repasar esos conocimientos. Es imposible que los olvide, pero no está de más tomar precauciones.

—Oye, sé que no es algo que me incumba pero, ¿Cómo va todo con tu familia?

—Todo va bien. Hablé con mamá y papá y les expliqué porque hice lo que hice.

Mientras Las Hojas CaenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora