Capitulo 33

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Buen día, tarde o noche a quien lea esto.

Esta vez seré breve, lamento que los dos capítulos anteriores tuvieran errores de ortografía tan evidentes y tan chocantes como los tuvo. Se que siempre tengo faltas de ortografía y errores similares, pero creo que en esos capítulos me pase de la raya en momentos muy puntuales.

Tratare de no dejar que eso pase de nuevo. Pero no prometo nada.

Cyberz Fuera.

Ja Ne.

***

               —¿Cuánto dinero pretendes gastar en todo esto?— robando algunas papas fritas del plató de Lincoln, Anna le preguntó— Parece que va a ser bastante caro.

—Pues, tal parece que no va a ser para tanto— alejando su plato de su hermana, esperando con ello evitar que ella le robe mas comida, Lincoln argumentó—, al menos no si consideras que esta pequeña escapada en realidad tiene el precio con descuento para una sola persona, pero cubre los gastos de tres.

—¿En serio?— impresionada, Anna estiró su brazo en busca de mas comida— ¿Cómo hiciste para que te dieran ese tipo de trato? Jamás vi que hubiera tanta preferencia por un viaje tan estúpido.

—No es un viaje estúpido— molesto, Lincoln dio un manotazo a su hermana—, y pide tu propia comida.

—Solo dame un poco, envidioso.

—Además tú también iras a ese viaje, estoy seguro de que podríamos divertirnos todos. Y siempre y cuando me ayudes con lo del plan, puedo pagar la mitad de tu parte.

—¿Solo la mitad?— alzando su mano para llamar al mesero, ella preguntó.

—¿En serio me vas a hacer pagar tu parte?

—Bueno, eres quien me invito a todo esto, además eres el hombre...

—Anna, fácilmente ganas tres veces lo que yo gano, sin mencionar tus ahorros. Si acaso deberías ser tu quien pague mi parte.

—¿Por qué debería hacer eso yo?— genuinamente indignada, Anna expresó su desconcierto.

—Tú eres mi hermana mayor, se supone que los hermanos mayores consientan a los hermanos menores. ¿Acaso ya no me quieres, hermanita?— haciendo un puchero muy incomodo debido a su edad, Lincoln trató de verse tierno, o al menos gracioso al preguntar aquello.

—Oh, Lincoln, sabes que te quiero mucho, pero nada saldrá de mi bolsillo destinado hacia ti... a menos que— dejando la frase inconclusa, Anna provocó a su hermano—...

—Así está bien, ni aun por dinero lo haría contigo de nuevo. Al menos no pronto. Eso que hiciste fue una verdadera estupidez.

—Vamos, supéralo ya, te dije que estaba hormonalmente desequilibrada, aun si lo hubiéramos intentado no habría concebido nada en ese momento, ni aún ahora podría. O tal vez si, el médico dijo que debería estar atenta en estas semanas.

—Como sea. Si en verdad no quieres ir, dímelo de una vez para no tenerte contemplada en los planes.

—¿Qué se supone que hare en ese estúpido viaje si no vamos a tener ningún tipo de acción?— de forma completamente desinhibida, Anna dijo eso fuerte y claro, incomodando un poco al mesero que se acercó a ellos con la intención de tomar la orden.

Mientras Las Hojas CaenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora