Capitulo 14

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               ¿Qué clase de situación era esa? ¿Es algo normal que algo así ocurra entre los compañeros de trabajo? Cuando le dijeron sobre eso ella pensó en algo muy diferente, o al menos en algo mucho más tranquilo. Para empezar a ella no le gustaban ese tipo de reuniones y el ambiente que se generaba en las mismas, era abrumador y aunque estaba acostumbrada al ruido, el que sonaba en aquel lugar era uno muy diferente.

Todas a su alrededor se veían felices y parecían estar pasando un buen rato, pero era fácil atribuir aquello al hecho de como todas excepto ella estaban bebiendo alcohol. Siendo con quien más confianza sentía de entre todas las presentes, Lily procuraba mantenerse cerca de Nancy, razón por la cual se sentó junto a ella, pero no esperando que fuera tan extrovertida y desinhibida en aquella situación. Aún a su lado, la chica de cabello corto estaba de pie, gritando un poco mientras bailaba al ritmo de aquella alegre canción llena de instrumentos de viento, sonriendo en todo momento y pasándola bien.

En realidad todas a su alrededor estaban más o menos igual, no solo Nancy. Emma bailaba también de pie, y Nate cantaba con fuerza pese a estar sentada mientras la señorita Anna era quien las animaba a actuar de una forma algo mas alocada. A unos pasos de la mesa incluso podía ver a Paris coqueteando con un completo desconocido. Ese no era un ambiente que a Lily le gustara, y por lo visto, tampoco uno que se pudiera dar el lujo de tolerar. Pero no tenía el valor para enfrentar a ninguna de las presentes para decirles que se iría.

En su teléfono ella abrió Übel y cotizó un servicio de trasporte hasta la casa que rentaba, pero no tenía caso, estaba a una ciudad de distancia y el costo salía por mucho del presupuesto que Lily podía manejar. Con resignación llevó su vaso con refresco hasta su boca, pretendiendo tomar lentamente del mismo para ocultar un poco su rostro mientras paneaba la mesa con atención. Fue entonces que la vio, había vuelto, al fin alguien que no actuaba como loca de entre todas sus compañeras de trabajo, o al menos de las que estaban presentes.

Tratando de no incomodar a nadie, Lily se abrió paso hasta sentarse junto a aquella amable mujer quien la recibió con una sonrisa al sentarse junto a ella. La diferencia de edad era muy notoria, pero su amabilidad le hacía sentirse un poco tranquila y puede que también le haga pasar por alto aquel ambiente que no terminaba de gustarle.

—¿No te estás divirtiendo?— al ver con más atención a Lily, la mujer se sintió obligada a preguntar.

—No mucho. Este tipo de cosas no son lo mío. Prefiero estar en casa estudiando o leyendo.

—No debiste venir si no querías hacerlo, querida.

—Descuide señora Leonore, voy a estar bien, es solo que esto me abruma bastante. ¿Qué hay de usted? No puedo imaginarla disfrutando de— Lily miró a su alrededor— todo esto.

—No me gusta este tipo de reuniones tampoco, pero me divierte y me pone feliz ver a todas pasándola bien, es agradable. Además me parece muy amable de parte de todas que me inviten, así que se me hace difícil negarme a acompañarlas.

—¿No le preocupa dejar sola a su hija en casa?

—No te preocupes por Marely, ella estará bien. Jamás la dejaría sola, está en buenas manos, te lo aseguro.

—Nunca pensé que sería este tipo de reunión— comentó Lily—, en verdad no esperaba esto, creí que sería algo mas, no sé...

—Tranquila, pequeña Lily, no será así toda la noche. Esto es solo el inicio, pero en un rato iremos a la casa de Anna y ahí se van a calmar mucho las cosas. Casi todas debemos volver al trabajo mañana a fin de cuentas.

—La verdad es que no esperaba que la señorita Anna se pudiera comportar de esa forma— frente a ella, la mujer de oscuras ojeras, bebía de manera alocada directamente de la botella mientras el resto de chicas reían frenéticamente—, y menos aun en público.

—Hay muchas cosas que no sabes de ella, o del resto. Pero no deberías juzgarla solo por eso. Ella es una mujer muy trabajadora, y no tiene responsabilidades familiares, así que no veo mal que haga eso cuando está con sus amigas.

—Se que tiene razón, señora Leonore, pero no esperaba ver así a la señorita Anna. Hace poco escuché algunas cosas sobre ella y me hicieron dudar mucho de la imagen que tenia de ella, y esto sin dudas hace que todo eso empeore.

—No sé que habrás escuchado sobre Anna, pero deberías ignorarlo, ella es una mujer responsable y que no hace daño a nadie. Eso es lo que cuenta, pequeña Lily, y no rumores que escuchas a saber dónde.

—No es que sean solo rumores, yo pude verla. Por favor no le diga a nadie que yo se lo dije— envalentonada con aquella sensación familiar que esa señora le causaba, Lily habló—, pero la señorita Anna, a veces manosea a Lincoln.

Ante lo gracioso que le pareció aquello, la señora Leonore rió sorprendida por la declaración de la pequeña rubia.

—Lily, por el amor de lo que sea en que creas, no digas cosas así de escandalosas. Es justo así como inician los rumores, pequeña, tienes suerte de que nadie más te haya escuchado. Aunque siendo justa, rumores sobre esos dos hay por montones.

Muy avergonzada ante lo que dijo y tras la reacción de aquella mujer, Lily se encogió un poco tapando nuevamente su rostro con su bebida, pretendiendo que disfrutaba de la misma.

»Se que te llevas muy bien con Lincoln, si hay algo que te moleste sobre lo que hayas visto, es mejor que lo hables con él. Entiendo si no quieres hablarlo con Anna, pero al menos con él podrías hacerlo. Te aseguro que es lo mejor, no deberías caer en la idea equivocada de que algo está mal sin antes preguntar a los involucrados.

—Lo siento, señora Leonore, no quería, ya sabe, ser grosera. Es solo que lo que vi es muy raro y no quiero incomodar a Lincoln con eso.

—No tienes nada de qué preocuparte, pequeña Lily, él sabrá mantener la compostura siempre. En el peor de los casos simplemente no te dará explicaciones, pero tampoco se molestara contigo. Puede que Lincoln sea un poco tonto, pero sigue siendo un adulto bastante responsable, confío en su juicio.

—Si, yo también lo hago. Lincoln es increíble. Es como un hermano mayor.

—Se que aquello que viste no parece algo muy apropiado, y puede incluso que te estés tomando muy personal aquel tema, pero te aseguro que si le preguntas directamente, Lincoln no tendrá problemas en explicarte. Aunque él trata de ser muy discreto sobre ese tema, no es como si lo ocultara realmente. Y tomando en cuenta como es Anna, no es que el secreto estuviera a salvo de todas formas.

—La señorita Anna es muy peculiar, ¿cierto?

—Creo que solo te hace falta conocerla mejor, pequeña. Sé que a primera vista su comportamiento es algo escandaloso y hasta fuera de lugar, pero no es algo que haga siempre, ni en todos lados. A eso agrégale que le gusta molestar a otras personas con ese tipo de conducta. Es muy responsable y madura, pero cuando tiene la oportunidad actúa como una adolecente alocada y algo descocada. Aunque viéndola justo ahora— frente a las dos rubias, Anna bailaba de manera muy sensual junto a Emma y Paris, mientras un grupo de chicos parecía merodearles—, no es precisamente el tipo de mujer que me gustaría que mi hija tome de ejemplo.

Mientras Las Hojas CaenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora