COLD HEART FOR LOVE - KIMCHAYWOLF

Se soluciona con besos.

CAPITULO 49

Se soluciona con besos. 

Entonces Wolfgang había decidido ir a ver a su hijo.

Tenía cierto miedo, no iba a negarlo... pero también sentía una inmensa paz al saber que su hijo estaba con vida y rodeado de personas buenas y que lo amaban, hubiese querido poder haber sido él, pero no sucedió, ahora solo podía... desear que esa familia siempre estuviera unida y que a Dorian no le faltara amor de ninguna clase.

Por supuesto que Chay y Kim lo habían acompañado tal y como el pelinegro dijo hace dos días cuando le contó todo, tenía todo planeado y justo en ese momento estaban entrando a una hermosa suite en el centro de Londres.

– Dios, Londres es precioso – dijo Chay asomándose por el hermoso balcón de la suite.

Kim caminó detrás de él para abrazarlo por la espalda, y Wolfgang sonrió al verlos y se sentó en la cama, sentía ansiedad... pronto vería los ojos de su hijo y tendría que explicarle muchas cosas, pero antes había citado a los padres adoptivos de Dorian porque no iba a presentarse a su casa, sería una falta de respeto, ahora ellos eran los encargados de su hijo y tomarían las decisiones que mas le hicieran bien al pequeño.

– Wolfi, ven – llamó Chay – ¿Estás bien?

Wolfgang se puso de pie y se acercó a ellos – Si, solo un poco nervioso –

– Se ven que son personas buenas, creo que van a entender absolutamente todo – dijo Chay tomándolo de la mano – Por otra parte, mira... nunca habíamos estado en Londres juntos.

Wolfgang miró la ciudad – Es verdad, hubiese sido bueno venir en otra situación –

– Volveremos – dijo Kim como si fuese una promesa

Por un momento guardaron silencio, creería que era la forma de ellos brindarle su apoyo hasta el final, y quizá se sentía nervioso pero la compañía de ambos era algo que lo consolaba de una manera enorme, no podía dejar de pensar que hubiese sido de él psicológicamente hablando si Kim y Chay no hubiesen estado en ese momento. Dejó de pensar en eso porque era una tontería, ellos estaban ahí después de todo.

De camino hacia la casa podía sentir la mano de Porchay todo el tiempo acariciando la suya y la de Kim sobando su muslo y rodilla de arriba a abajo (algo inesperado) pero le encantaba que estuviera apoyándolo de esa manera, de verdad lo necesitaba en ese momento más que a nada en el mundo.

– Ellos van a entender tu posición – dijo Chay

Iban en un auto privado que Kim había contratado cuando llegaron a Londres.

– ¿Tú crees?

– Obviamente – Chay acostó la mejilla en el hombro de Wolfgang – Si aman a Dorian, entenderán tus razones, nada de esto fue tu culpa, de haber tenido otra posibilidad, tu hubieses cuidado de él, pero tu padre no lo permitió. Así que, nunca te culpes.

En eso Chay tenía razón, nada de esto había sido su culpa, el bastardo de su padre así lo quiso, quiso hacerlo sufrir, el hijo de puta quiso ser egoísta y lo alejo determinantemente de la posibilidad de ser padre.

– Es aquí, llegamos – avisa Kim y mira al ruso – ¿Te sientes listo?

Wolfgang no lo negó pero tampoco afirmó – No lo sé, siento que... mierda, ni siquiera se que siento.

Chay hizo un mohín – Estaremos contigo en todo momento.

– Sea como sea que salgan las cosas nadie va a dejarte ¿de acuerdo? – dijo Kim