COLD HEART FOR LOVE - KIMCHAYWOLF

𝐘𝐨 𝐭𝐚𝐦𝐛𝐢𝐞𝐧 𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐨.

Capitulo 41. 

𝐘𝐨 𝐭𝐚𝐦𝐛𝐢𝐞𝐧 𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐨.

Wolfgang pensó que era un hermoso sueño cuando escuchó la suave voz de su bonito susurrar algo hermoso en su oido, juró por Dios que había sido un sueño, y estaba internamente convencido hasta que sintió unos labios cálidos rozar su mejilla y después, una sonrisa y risa melodiosa salir de ellos, poco a poco abrió los ojos.

– ¿Mm? – balbuceó restregándose los ojos con el dorso de su mano, quizá si había sido su imaginación.

Solo que, no lo era – ¡Lobito! – era Chay, en su habitación, en Rusia... ¡¿Que hacía Chay en su habitación en Rusia?! Wolfgang despabiló incorporándose y se encontró con una hermosa sorpresa, no solo era Chay, Kim también estaba allí solo que de brazos cruzados a unos cuantos pasos alejados de la cama, se apoyaba contra una pared.

– Pero... –

Sin embargo, Chay ya había saltado sobre él y habían caído de nuevo a la cama, evidentemente, las explicaciones se las darían más tarde, ahora lo único que le apetecía era abrazar a su hermoso y adorable Porchay, lo rodeó fuertemente metiéndolo casi debajo de su cuerpo, le había hecho tanta falta sentir la dulzura de Chay, y de escuchar su hermosa voz cerca, de oler su perfume y de acariciar su piel, de sentir sus labios.

– Te extrañé tanto – dijo el más joven contra la piel de su cuello

El aliento tibio de Chay hizo que se erizara – Yo también, bonito, no sabes cuanto – dijo el ruso subiendo una mano por toda la extensión de la espalda de su bonito, ¿como es que estuvo tanto tiempo sin eso? Se sentía como una eternidad y apenas había pasado unas cuantas semanas, casi un mes desde la ultima vez que se vieron.

– Todo es culpa de Cherry – dijo Kim sin moverse un ápice.

Chay soltó una risa – Eso dice, pero él realmente quería que viniéramos – comentó Chay todavía siendo abrazado por Wolfgang, y es que difícilmente lo dejaría ir tan pronto.

– No me interesa porqué están aquí, solo se que estoy tan felices de verlos – dijo Wolfgang y golpeó un beso rápido en la mejilla de Chay – A ambos – miró a Kim, estaba viéndolos – Porque a ti también te extrañé mucho, Kimmi.

– Mm – Kim bajó los hombros – También te extrañé.

Y esa confesión hizo que el corazón de Wolfgang latiera de forma desenfrenada, no era muy común que Kim admitiera ese tipo de cosas, siempre se las callaba, quizá el tema de la terapia y el que pasara más tiempo con Chay, sirvió. Estaba feliz por eso, había tantas cosas que quería decirles, de tanto que hablar, pero solo por ahora quería disfrutar de ese momento, de tener a su hermoso chico entre sus brazos y a Kim allí.

– Mm – ronroneó Chay – Siempre echaré de menos tus abrazos, son tan cálidos

Wolfgang sonrió y lo besó suavemente en la frente, luego alejó un poco su cabeza para verlo a los ojos.

– Sabes que mis abrazos siempre serán para ti – prometió sonriéndole – y para Kim, aunque no quiera escucharlo.

– Es verdad, no quiero – replicó Kim con cierto humor –

– Eso dice ahora – comento Chay y se inclinó para besarlo suavemente en los labios.

Fue un beso dulce, nada desesperado aunque no se hubiesen visto en días, pero era lo necesario para saber que estaba allí y que podría besarlo todas las veces que quisiera, eso lo tranquilizaba tanto. Después de besarse, ambos se incorporaron de nuevo sobre la cama, Kim exhaló y se acercó a ellos.