𝐄𝐥𝐞𝐜𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬

128 20 20
                                    

Capitulo 26. 

🍪

𝐄𝐥𝐞𝐜𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬

Sacó el horno los deliciosos cupcake de avellanas con cacao, se estaba volviendo demasiado bueno en eso de la pastelería, debería culpar a la cantidad de reality's sobre repostería que había visto, tenía un recuerdo muy lindo ademas: Kim acostado en su regazo. Ultimamente, las cosas entre ellos eran más... tranquilas e incluso sencillas, a veces, Kim dormía con ellos... bueno desde hace una semana duerme con ellos, cuando abre los ojos a mitad de la noche solía ver la espalda de Kim o a veces, su rostro plácidamente dormido, eso le llenaba el corazón de una calidez desbordante. Al día siguiente, nadie decía nada, ni Wolfgang, ni él, simplemente dejaban que Kim tomara lo que necesitara y hablara cuando se sintiera cómodo.

Pero eso adorable, tenía que decirlo, y también tenía que hacer todo lo posible para no estirar la mano y acariciarlo, o para llamarlo a mitad de la noche y abrazarlo, para que los tres se acurrucaran juntos, todavía no podían tocar esa página con Kim, lo asustarían. Tampoco amanecía con ellos, Kim solía levantarse mucho antes, y aunque la naturaleza de él era madrugar, sabía que lo hacia para evitar la incomodidad y vergüenza, para que nadie lo viera vulnerable, seguramente ya era demasiado para Kim buscarlos después de las doce de la noche justo cuando ellos ya estaban "dormidos" pero de hecho no, cuando escuchaban la puerta de la habitación de Kim cerrarse sabián que él ya iba para donde ellos y ahí si, fingían estar dormidos.

– Eso huele delicioso – dijo Ivan pasando la página del periódico

Chay le sonrió apoyándose en el mostrador – ¿Quieres uno?

– Uh no, lindo. A estas alturas tendré que ir al gimnasio dos veces por día, siempre como de tus postres – le dijo

Porchay soltó una sonrisa – No seas exagerado, a demás, no puedes ejercitarte, todavía te estas curando – le recordó –

Ivan movió lentamente el hombro e hizo una mueca, en efecto, todavía dolía.

– Pero ya me siento mejor – Ivan cerró el periódico – ¿Tú cómo estás?

– Me encuentro bien.

– ¿No fue traumática la experiencia? – indagó Ivan mirándolo.

Chay bajó los hombros porque no le gustaba mentir, y aunque si había sido aterrador sentirse secuestrado no había sido la peor experiencia de su vida porque Joe no se comportó mal, lo peor que pasó fueron las marcas que dejaron las cuerdas en sus muñecas y se curaron a los dos días siguientes.

– Un poco – respondió y comenzó a limpiar la vitrina – Pero ya estoy bien.

– Mm...

Chay continuó limpiando para evitar más preguntas sobre un tema que quería dejar en el pasado, al menos por ahora. Sentía culpa, por supuesto que si, desde el secuestro no ha dejado de pensar en las posibilidades que tenía de contarle a Kim y a Wolfgang todo lo que sabía... odiaba ocultarles cosas, y estaba comenzando a hacerle daño porque si pensaba en eso una presión incomoda se acomodaba en su pecho y solo la aliviaba pensando en que lo hacía por ellos.

Ivan salió del establecimiento una hora antes de cerrar, eso para vigilar el perímetro, y justo en ese momento entró una mujer muy guapa, tenía un pantalón de jean ajustado, una camisa grande de Nirvana, tenis y una gorra tapando la mitad del rostro, cuando Chay la vio mejor... todo su cuerpo se congeló detrás del mostrador, ella comenzó a acercarse con una sonrisa.

– No hagas nada, tu guardaespaldas está observando todo desde la camioneta – le dijo con voz baja y suave.

Chay apretó los puños – ¿Qué haces aquí, Joe? Ivan te puede reconocer –

COLD HEART FOR LOVE - KIMCHAYWOLFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora