𝐓𝐮, 𝐞𝐥, 𝐲𝐨 𝐲 𝐞𝐥 𝐦𝐚𝐫.

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Capitulo 19

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𝐓𝐮, 𝐞𝐥, 𝐲𝐨 𝐲 𝐞𝐥 𝐦𝐚𝐫.

Hace mucho que no se relajaba tanto en una playa, de hecho, hace mucho no visitaba una playa, en Corea solía estar muy ocupado y antes de que conocieran a los Theerapanyakul no tenían mucho dinero para darse esos lujos, pero entonces, allí estaba ...

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Hace mucho que no se relajaba tanto en una playa, de hecho, hace mucho no visitaba una playa, en Corea solía estar muy ocupado y antes de que conocieran a los Theerapanyakul no tenían mucho dinero para darse esos lujos, pero entonces, allí estaba en una silla de bronceo, con la espalda expuesta al cálido de sol, en una hermosa y lujosa playa en Pucket, con el mar golpeando suavemente contra la costa.

Kim y Wolfgang se habían marchado para un evento brunch y él decidió quedarse para disfrutar un poco del silencio, del oleaje y también del sol, aunque también hubiese querido ir para pasar tiempo con su lobito, y bueno... ¿por qué no? También con Kim, con quien últimamente tenía una... convivencia un poco menos agresiva y más cordial, eso lo alegraba... estaban progresando, quizá... eso le gustaría creer.

Wolfgang le había contado ayer que Kim le había obsequiado algo de cumpleaños, un hermoso brazalete de acero que tenía una fecha grabada, el solo mensaje hundió el corazón de Chay, para Kim había sido importante aquel día, aunque dijera que no, pensar que había perdido a Wolfi para siempre lo había marcado de alguna forma, eso fue lo que Chay pensó cuando Wolf le explicó lo que significaba aquella fecha. Definitivamente, algo había hecho click en Kim solo había que saberlo llevar, no había que presionarlo... y con algo de paciencia y suerte, ese terco hombre podía algún día... quién sabe, ceder un poquito.

Al menos así pensaba Chay, porque estaba seguro de que le gustaba Kim, no quería solo dejar de verlo o dejar de hablarle, así sea para escuchar sus comentarios retóricos o para hablar de trabajo, quería que permaneciera cerca de alguna forma, y eso significaba que a pesar de todo le gustaba su compañía, lo cierto es que le gustaba mucho, demasiado diría él.

Sintió un beso en el omoplato que lo hizo dar un respingo, cuando alzó la mirada por encima de su hombro vio una sonrisa juguetona y un par de ojos azules brillantes, tan claros como el mar en frente de ellos.

– Hola guapo – saludó Chay acomodándose para recibir un gustoso beso.

Wolfgang se apoyó en los brazos del asiento haciendo que Chay cayera hacia atrás y rodeara su cuello con los brazos, disfrutaron de un beso prolongado y delicioso, amaba esos besos tan suaves pero profundos, las sensaciones que se acumulaban en su estomago explotaban para convertirse en mariposas, gracias a los besos de Wolfgang es que Chay experimentó esa cursilería de la que los enamorados hablaban, las cosquillas en todo el cuerpo.

– Mm, me hiciste mucha falta – suspiró Wolfgang alejándose

Chay sonrió ajustándose las gafas de sol encima de su cabeza – Y tú a mí, ¿te bronceas conmigo? ... ¡Ah, hola, Kim!

COLD HEART FOR LOVE - KIMCHAYWOLFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora