𝐒𝐚𝐦 𝐒𝐦𝐢𝐭𝐡

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Capitulo 31. 

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𝐒𝐚𝐦 𝐒𝐦𝐢𝐭𝐡

Chay llegó con un fuerte dolor de espalda y cabeza... tenía dos teorías, el estrés y cansancio de sus trabajos o... la maldita y cruel culpa por mentirle a Kim y a Wolfgang de una forma tan descarada y con un tema tan delicado... sin embargo, sabía que ellos iban a entender, es decir, quizá si se enojen un poco pero tenían que entenderlo, él estaba haciendo todo esto básicamente por Kim, para que no saliera herido... y de una forma u otra para ayudar a que la verdad salga a la luz.

Decidió que no pensaría en eso porque terminaría teniendo uno de sus ataques nerviosos y quería ahorrarse la idea al médico para que le aplicaran sedantes, él estaría bien, solo necesitaba una ducha y dormir, mañana sería un nuevo día y con algo de suerte se comunicaría con Venice para saber que está sucediendo, de alguna forma ese chico le preocupaba.

En el primer piso del apartamento todo estaba apagado, Ivan se despidió de él y Chay pudo subir los peldaños de forma arrastrada.

– ¡He llegado a casa! – avisó e incluso sonrió por eso...

Avisarle a dos personas que quería que ya había llegado a casa sonaba muy hogareño, le gustaba.

– Estamos aquí, bebé – escuchó la voz de Wolfgang salir de la habitación de Kim

Porchay se detuvo y un poco sorprendido se dirigió hacia la habitación del pelinegro, ¿desde cuando usaban la habitación de Kim para hacer algo? Básicamente ese lugar estaba vetado, en todo el tiempo que ellos llevaban... viéndose como tal, los tres, siempre había sido en la habitación de Chay porque tenía la cama doble, la de Wolfgang era más pequeñas porque nunca necesito una grande, la de Kim era algo exageradamente espaciosa.

– ¿Hola? – entró medio cuerpo por la rendija de la puerta.

– En el baño, Cherry – dijo Kim

Chay se dirigió al baño y se detuvo, Wolfgang estaba metiendo bombas aromáticas a la tina y Kim estaba temperando el agua, los dos con pantalones sueltos de pijama y camisas sueltas también, sonrió para ellos porque se veían realmente lindos así, siempre le ha gustado verlos tan desenfadados, con prendas sueltas y cómodos, todo lo contrario a lo que parecían cuando estaban en la oficina.

– Bienvenido a casa – dijo Wolfgang sentado en la orilla de la tina

– Chicos... – suspiró – Esto es... gracias.

Porque no sabía que decir, estaba contrariado con tantos sentimientos lindos.

– Lo necesitabas, Cherry – dijo Kim tomándolo de la mano y tirando de él – Hoy te esforzaste mucho en el trabajo y como tu jefe debo recompensarte, aunque la idea principal fue de Wolfgang.

Chay le sonrió – Son muy lindos, de verdad que necesito esto – murmuró, claro que no podía decirles exactamente porque estaba tan tenso, sabía que no era exactamente el exceso de trabajo, él estaba joven y no era una carga muy grande, perfectamente podía hacerlo, pero... la culpa pesaba mucho más que el esfuerzo físico.

– Lo sabemos – Wolfgang le sonrió y metió la mano al agua – Ven, esta tibia y huele a lavanda.

Era cierto, los aceites esenciales eran de lavanda, el baño completo había adquirido aquel delicioso aroma. Kim lo llevó hacia la tina y con calma comenzó a desabotonar la camisa blanca de la pastelería, Chay se dedico a sonreír y a dejarse hacer, que Kim lo desnudara era una fantasía, y más aun con Wolfgang viéndolos y sonriendo desde la orilla de la tina.

COLD HEART FOR LOVE - KIMCHAYWOLFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora