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...

Despues de pasar por la puerta frente a el, comenzó su primera prueba.

En la visión de Patada, el tiempo se desenrollaba hacia atrás, llevándolo a uno de los momentos más tempranos de su vida. En un dormitorio, la partera sostuvo al recién nacido Patada en sus brazos, mientras su padre, con gesto emocionado, observaba la escena. La madre, sin embargo, permanecía distante, su mirada evitaba al bebé a toda costa.

― Aléjalo de mi, por favor...―Negó la madre, con leves lagrimas en sus ojos.

El padre, con una mezcla de  tristeza en sus ojos, respondió con un tono cansado:

― No lo distancies, querida. Es nuestro hijo y debemos cuidarlo.

En medio del llanto del bebé, su padre lo sostuvo con ternura, tratando de calmarlo en sus brazos.

― Shh, tranquilo, pequeño. Todo estará bien ―susurró el padre con voz suave, intentando consolar al bebé.

...

Se da un cambio de escena, el niño de tez rojiza, con su inocente sonrisa y una calificación aprobatoria en mano, se acerca emocionado hacia la sala donde su madre conversaba con sus amigas.

Antes de entrar, logra la conversación de manera inadvertida, sus ojos se ensombrecen al darse cuenta de que es el tema de discusión.

— Y que tal te va con tu querida familia, amiga?__ Pregunto una de las invitadas.

— Igual o peor que siempre, los deberes aquí y allá, pero lo mas tedioso es cuidar de ese niño que tengo que llamar hijo...esta vida es muy injusta_ responde con indiferencia mientras toma su te.

El niño se siente desalentado, pero aún así intenta disimular. Cuando su madre lo descubre espiando, el regaño que recibe es suficiente para hacerlo sentirse peor.

—¡Tu! ¿Qué estás haciendo aquí? ¡Deberías estar afuera jugando con tus amigos en lugar de espiarnos! —exclamó la dama con tono severo, mientras lo miraba con decepción.

—Lo siento, mamá, no era mi intención... —respondió el niño, sintiendo un nudo en la garganta.

—No quiero escuchar excusas. Vuelve a tu cuarto ahora mismo y reflexiona sobre tu comportamiento —ordenó ella, señalando hacia la habitación del niño.

Con el corazón apesadumbrado, el asintió en silencio y se dirigió hacia su cuarto, . Una vez dentro, las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos mientras se dejaba caer sobre la cama, sumido en una profunda melancolía.

― ¿Por qué no puedo ser suficiente para ella? ―se preguntó en un susurro, sintiendo un nudo en la garganta.

― Quizás nunca seré lo que espera que sea ―sentencio para sí mismo..

Moonlight- Patada y Manipulens -KFW (Kung Fu Wa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora