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En el gran patio de la casona , Patada se estiró con cuidado, sintiendo cómo sus músculos se despertaban lentamente bajo la luz del amanecer que se filtraba por la ventana. Mirai, con su habitual calidez, anunció desde la puerta:

_ Buenos días, Maestro. El desayuno está listo. ¿Te gustaría acompañarnos?

Él sonrió con agradecimiento y se dirigió hacia la mesa donde Lord Boshen ya esperaba.

_ Estas dispuesto a seguir tu misión  a pesar de todo ¿cierto? _ preguntó el dueño de la casa con seriedad, mientras servía té caliente.

_ Se ve que es bastante competente, papá. Tu mismo lo dijiste_ interrumpió Mirai con una sonrisa.

El rojizo asintió con determinación, mirando a ambos con gratitud.

_ No se preocupen. Estaré en constante comunicación con sus escuadrones. Si hay algún signo de peligro, enviaré una señal _ aseguró, pensativo.

_ Me alegra que estés aquí. Tu presencia nos da esperanza en estos tiempos inciertos. - comentó Boshen con seriedad, pero con un destello de gratitud en los ojos.

El maestro asintió mientras disfrutaba de la comida, observando con discreción cómo padre e hija compartían sonrisas mientras se preparaban para el día.

_ Recuerdo cuando mi padre y yo solíamos volar cometas juntos cerca de nuestro hogar. Solían ser los momentos más felices de mi infancia. - confesó nuestro protagonista, con nostalgia en su voz.

La dama levantó la mirada, interesada en las palabras del invitado.

_ ¿Tu padre también era un guerrero como tú? - preguntó ella con curiosidad genuina.

El rojizo negó, pero procedió a dar mas información.

_ No, no lo era. Pero un hombre sabio y fuerte, era un excelente poeta . Me motivo a instruirme en el kung fu. Pero... también me enseñó sobre el amor y la paciencia - respondió, pensativo.

Mirai sonrió con comprensión, tocando suavemente la mano de su padre.

_ A veces, las enseñanzas de los padres son las que más nos guían en la vida. - reflexionó ella.

_ Sí, es cierto. Aprecio mucho estos momentos, verlos juntos me recuerda lo importante que es  "la familia" en medio de todo este caos. - dijo el de cabellera cian, sinceramente.

Lord Boshen lo vio con solemnidad.

_ Los momentos como estos son los que nos mantienen firmes en nuestros propósitos. Nos recuerdan por qué luchamos y por quiénes. - agregó Boshen, con determinación en sus ojos.

....

Horas mas tarde, el maestro estaba en la entrada de la casa, listo para partir hacia la capital con la carreta que había preparado junto a Mirai. Ella ayudaba a acomodar los últimos mandados de Boshen y provisiones mientras él veía los últimos detalles.

Moonlight- Patada y Manipulens -KFW (Kung Fu Wa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora