Después de los sucesos ocurridos en la serie, el maestro Patada y su ex pupilo Manipulens regresan a su tiempo, envueltos en resentimiento y desconfianza por parte de ambos, el mayor trata de redimir a su ex alumno quien muestra estar en un dilema m...
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(Ahora si se viene lo chido jeje)
...
En la sala de participantes, dos guerreros del clan Tormenta patrullaban mientras conversaban cosas cotidianas uno con el otro.
__y por eso creo que los patos son mucho mejores que las cabras...
Entonces, cuando notaron algo caer detrás de un gran adorno de dragón. Intrigados, se acercaron y encontraron una pequeña piedra brillante.
—¿Qué es esto?— preguntó uno, examinándola.
—No parece decorativa— respondió el otro, intrigado.
Ambos dudaron, antes de que uno guardara la piedra.
—Veamos qué es , pero antes debemos de recoger un encargo.—
Con eso, retomaron su patrullaje, pero la curiosidad seguía rondándolos.
...
La arena se iluminaba con los últimos rayos del sol, tiñendo el cielo de tonos naranjas y rojos. El público estaba al borde de sus asientos, esperando con ansias el inicio de la batalla. Luego de que Manipulens arreglara su nuevo traje. (imagínense uno bien fachero)
Nuestros protagonistas se posicionaron, listos para la pelea.
__ Estimado publico!! ya casi estamos por conocer quien será el 2do y ultimo finalista de este emocionante torneo ,todo puede pasar.. y sin mas que decir ¡¡a pelear!!__ Animo el presentador
El silencio cayó sobre el lugar por unos segundos, antes de que el gong resonara, marcando el inicio.
El maestro fue el primero en moverse, lanzándose hacia adelante con agilidad, buscando probar la fuerza del morado con un par de rápidos golpes. No obstante, el de tez clara bloqueó los ataques sin dificultad, mostrando una sonrisa confiada.
—¿Es todo lo que tienes?— preguntó Manipulens, mientras contraatacaba con un puño dócil, que el mayor esquivó hábilmente.
—Solo estoy calentando— respondió el de tez rojiza, con una media sonrisa. —Quiero ver cuán fuerte te has hecho desde la ultima vez que te vi__
Ambos intercambiaban golpes, rápidos y precisos, pero sin dejar de medir las habilidades del otro. Manipulens lanzó un puñetazo con magia que el contrario bloqueó con su antebrazo, pero el impacto hizo vibrar el suelo bajo sus pies.
—Veo que no has perdido tu toque— comentó el de melena cian, recuperando el equilibrio. —Pero yo tampoco he perdido el tiempo.
El maestro respondió con una serie de movimientos rápidos, buscando las aperturas en la defensa de Mani. Este, sin embargo, se mantenía firme, bloqueando o esquivando cada ataque con sorprendente destreza.
