¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

...

Habían pasado unos minutos en el torneo, para que se diera inicio al siguiente encuentro. Patada se paró frente a Zum Dalai en la arena, observando la forma en que ella se preparaba para el combate. Sus cabellos rizados caían sobre sus hombros, y su actitud coqueta contrastaba con la fuerza que desprendía. El público, especialmente los hombres, la apoyaban con fervor.

—¡Vamos, Zum Dalai! ¡Muéstrale cómo se lucha!— gritaban desde las gradas.

Zum sonrió y le lanzó una mirada juguetona al de tez rojiza mientras se acomodaba el cabello.

Veo que tengo al público de mi lado, maestro. Eso te pone en desventaja— comentó, levantando una ceja con orgullo.

El maestro hizo una ligera reverencia, manteniendo su calma habitual.

No subestimo a ninguna oponente, y mucho menos a alguien con tu habilidad. El público no decide el combate, nosotros lo hacemos aquí— respondió con una sonrisa respetuosa.

Zum rió suavemente, pero sus ojos mostraban que estaba lista para la pelea.

Tienes razón, pero no me malinterpretes... me gusta tener la atención— dijo mientras se preparaba para el primer movimiento.

Desde las gradas, Manipulens se acomodó junto a su padre, quien sonreía ampliamente.

Me alegra que hayas decidido sentarte conmigo un rato, hijo. Es bueno verte aquí disfrutando del torneo— comentó Chu Feng, dándole una palmada en la espalda.

El de tez clara, sin embargo, rodó los ojos con una sonrisa .

No te emociones tanto, viejo. Estoy aquí porque este es el mejor lugar para ver el combate. Después de esto, no necesitaré este asiento... yo estaré en la final— afirmo, mientras ambos observaban atentamente el inicio del enfrentamiento.

El padre de Manipulens soltó una carcajada.

—¡Eso me gusta escuchar!— exclamó mientras veía con atención el combate en la arena.

...

El presentador hablo con entusiasmo dando inicio a la pelea .

El gong resonó por toda la arena, marcando el inicio del combate entre Patada y Zum Dalai. El público rugió en apoyo a la mujer, vitoreando su nombre con entusiasmo.

La dama, sin perder la sonrisa, comenzó a moverse ágilmente por el escenario, como si estuviera bailando. Sus movimientos eran fluidos, gráciles, y cada ataque lanzado venía acompañado de un leve giro de sus rizos.

Eres rápido, maestro, pero...— Zum intentó sorprenderlo con una patada giratoria que el de melena cian apenas pudo esquivar —...¿podrás seguir el ritmo de una dama como yo?—

El maestro sonrió, pero con modestia.

__No te preocupes por mí, he tenido un buen entrenamiento— respondió mientras aprovechaba una abertura para golpearla no demasiado fuerte en el brazo.

Moonlight- Patada y Manipulens -KFW (Kung Fu Wa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora