Capitulo 12

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Después de que Eduardo se fuera con el doctor smiley nos quedamos unos instantes mirándonos frente a frente. Parecía que no nos habíamos visto en mucho tiempo, el doctor sonreía cínicamente algo que ya estaba acostumbrada de él, finalmente lo miré y solté palabras.

- ¿Y bien, ahora qué piensa hacer?

- Oh, no sé, no tengo idea, pensaba tomar esto como unas vacaciones. Sabe que asesinar personas es agotador, y para usted debe serlo también, sobre todo porque ahora es mi cómplice.

Cómplice esa palabra rondaría por mi cabeza a partir de ahora, y todo por mi culpa en confiar en un maldito loco que se dedica a matar a personas inocentes y sobre todo que disfraza esa mentira, diciendo que es doctor y los puede ayudar a abrazar a la muerte. No claro que no, el doctor Smiley es mucho más que eso, mucho más peligroso que un maldito ladrón que ves por la calle, es un tipo cínico y sin corazón. Solo quiere ver sufrir a las personas, mintiéndoles en la cara.
Si todo eso es el doctor Smiley prefiero seguir con mi vida de cómplice. Ahora sé que no tengo escapatoria, estoy atada a él.

- No sé, qué decirle, doctor Smiley - dije tomando asiento.

- No tiene que decir que sí, mi querida secretaria, al fin y al cabo, eso es usted para mí. Escúchame, dejémonos de juegos, hay que pensar en limpiar mi nombre y encontrar a esa maldita enfermera y acabar con su vida por maldita y traidora - escupió su veneno el doctor Smiley.

- ¿Pero cómo? Ella nos traicionó por la espalda.

- Ah, no se preocupe, el doctor Smiley siempre tiene un haz bajo la manga.

Del interior de su bolsillo saco una especie de dispositivo, que titilaba una luz roja.

- ¿Qué es eso? - dije desconcertada

- Esto Karen, podría ser lo último en tecnología. Pero, a decir verdad, es un rastreador que rastrea todo lo que, los ojos humanos no pueden ver - expresó entregándome el aparato -. Usted se encargará de pasearlo por toda la ciudad y así encontrar a esa maldita.

Miré al doctor Smiley por un momento, parecía estar decidido ante sus acciones, solo esperaba que yo no saliera afectada. El doctor Smiley me dijo que debía empezar ahora mismo, que por el momento él no podría salir a la calle, porque lo reconocerían fácilmente.

- Me mantendré encerrado por unos días, hasta que las cosas se calmen haya a fuera. Usted será mi némesis en esta misión.

...

Los días pasaban y la presencia del doctor Smiley me comenzaba a molestar. No ayudaba en nada, tomaba un café y dejaba todas las tazas sucias. Esto lo estaba tolerando solo y por el único hecho, de que si la policía nos descubría tendríamos que huir o, en el peor de los casos, entregarnos a las autoridades. El doctor Smiley hacía experimentos con pequeñas cosas vencidas que se encontraban en el departamento.
El era un hombre listo y con muchas habilidades.

- Señorita Karen alcanceme ese frasco por favor - dijo el doctor

- Claro, uhh que feo olor que tiene esto ¿Que es? - me quejo

- Es alcohol etílico, los frascos deben estar perfectamente desinfectados si se requiere poner en su interior alguna sustancia.

Bla, bla, bla, puras cosas de cerebritos, si algo me molestaba es que el siempre me decía lo que tenía que hacer.

- Señorita karen, no se ponga así. Recuerde que usted saldrá beneficiada en esto, no me mire de esa manera - dijo, colocando espécimens en sus frascos.

¿Yo beneficiada? Por favor, el loco es el, que se metió en problemas y yo la arrastrada a esos problemas. No me preocupa como él pueda terminar ya estoy cansada de sus órdenes, si pasamos lindos momentos juntos pero ya con el tiempo eso se supera. Smiley era un hombre frío y sobre todas las cosas raro, pero lo que más podría perturbarte de este hombre es su forma en la que te seduce.

- Si Smiley lo que dijas - balbucee molesta.

...

Hoy en la tarde salí a hacer algunas compras. La precensia de Smiley me comenzaba a molestar. Sí, sé que pasamos muchos momentos lindos, pero para mí él fue más que eso. En un punto llegué a enamorarme de su forma psicópata que tenía de actuar con cada paciente que llegaba a su consulta. Los mataba como si fueran objetos sin sentido, como si ellos no sintieran o no tuvieran vida. Lo disfrutaba, cada mujer que entraba a esa oficina salía en un cajón o tal vez su cuerpo jamás era reclamado por ningún familiar. Desde que esa enfermera llegó a nuestras vidas,
todo se derrumbó. Smiley le dio la confianza de confiar en ella, y esta nos traicionó por detrás. Pero en algún momento esto terminará, porque hasta que el gallo no cante ninguno, tendrá la libertad que se necesita para terminar con el doctor Smiley.






Continuará...


















Hola lector!!! Espero te guste este capitulo si es así hasmelo saber en los comentarios. Perdón por la demora en actualizar me eh estado enfocando, en las historias y intentar mejorarlas en fin te dejo mis saludos nos vemos😘.

Ig:camilanahu15

Tik tok: palmeritakawai

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