Capítulo tres

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Desde que se habían hecho oficiales, cada día para Alan y Jeff era un regalo de la vida por haberse encontrado, después de ser durante años dos almas solitarias.

Esa mañana en concreto era bastante temprano y Alan se acercó por detrás a su joven y lindo novio, quién estaba como de costumbre muy concentrado en el ajuste de uno de los coches.

Todavía estaban solos, ya que ninguno de los mecánicos, ni los pilotos habían llegado a Hunter-X, por lo que era una buena oportunidad para abrazarlo y besarlo una vez más.

No sabía si era porque habían tenido una semana muy loca y apenas se habían visto o que el tiempo primaveral estaba por llegar pero un sofocante calor lo invadía y necesitaba calmarlo

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No sabía si era porque habían tenido una semana muy loca y apenas se habían visto o que el tiempo primaveral estaba por llegar pero un sofocante calor lo invadía y necesitaba calmarlo.

Con sus manos temblorosas por la excitación, Alan lo sujetó de la cintura y comenzó a oler el cabello negro de este, quién rápidamente soltó una sonora risilla.

...-¿Qué haces, tío?, tus trabajadores pronto vendrán

-Tan solo quiero mimar a mi novio y pasar un dulce momento con él

Jeff dejó el ordenador en el que estaba trabajando sobre el capó del bólido y a continuación se giró.

-Creo que no solo quieres pasar un momento dulce, he notado tu herramienta en mi trasero

Alan sonrió marcando sus hermosos holluelos.

-Ok, me has atrapado. Quiero hacerlo con desesperación

-Pero estamos en el garaje y...

Jeff no pudo terminar de hablar pues sus labios fueron atrapados con un rápido y sediento beso.

-Te necesito...no puedo soportarlo más, pequeño

Jeff sonrió y a continuación dio un salto y se subió al regazo de este, quién rápidamente lo sujetó y acto seguido lo sentó sobre el capó del coche para luego volverlo a besar.

Los uniformes azules de trabajo de ambos volaron al suelo en cuestión de segundos, entonces comenzaron una fogosa guerra de besos y caricias, la cual pronto invadió la totalidad del garaje, donde ocultos a las miradas, dieron rienda suelta a su deseo.

Totalmente ardiente, Jeff jadeó al notar como el experimentado mayor tenía las rodillas temblorosas y gemía dentro de su boca, con cada apasionado beso que se daban.

-Te amo, niño...eres el único para mi

-Lo sé, tío...lo sé

Realmente Alan estaba muy excitados y a la vez asombrado del poder que el dispuesto joven técnico tenía sobre su persona y ahora que estaban inmersos en esa lujuriosa situación, le resultaba inevitablemente querer amarlo sin prisas y no solamente centrarse en meter su polla.

-Solo quiero ser al único que ames y desees para siempre- alegó Jeff besándolo en el cuello.

-Ja-Jamás había deseado tanto a otra persona a la que tuviera entre mis brazos, ni tampoco imaginé llegar a sentir esta arrebatadora pasión... Aaaaah... siento que moriré, niño

7. Pit Babe 2 - FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora